Transcurrido apenas unos días, ya el mes en curso clasifica como el mejor noviembre desde el punto de vista del llenado de los embalses en toda la Isla, desde 1993 -que comenzáramos a controlar los registros- hasta la fecha.

Así lo valoró Argelio Fernández Richelme, director de Hidrología e Hidrogeología del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), quien agregó que durante los primeros cinco días había precipitado el 60 % de la media histórica de todo el período (75 mm), y al término de la primera decena, el acumulado ascendió a 129 mm, el 172 %, lo cual propició un crecimiento del agua almacenada  superior a los 855 millones de metros cúbicos, por encima de las existencias.

El especialista informó que para entonces habíamos dejado atrás una etapa húmeda (mayo-octubre) muy generosa, en términos hídricos, con 1 147 mm de lluvia, el 115 % de lo que tradicionalmente cae en esos seis meses del año.

Y, como si no fuera bastante, irrumpió Eta con aires acuosos para hacer ascender las reservas nacionales en estanques superficiales a 7 080 millones de metros cúbicos, el 77 % de la capacidad total de almacenamiento, con diez provincias por encima del 75 % y solo dos por debajo de 50 %.

Con todos estos aluviones las tres regiones de la Isla superaron los comportamientos tradicionales, pero occidente exhibe el mejor comportamiento. No obstante, La Habana  fue de las provincias peor paradas.

Tanto en predios capitalinos como en los lugares donde están ubicadas algunas de sus fuentes de abasto, en otros territorios, ha llovido, pero no para borrar completamente la complicada situación con las disponibilidades, expresada en una sequía de larga data y muy acentuada, por lo que para otros significó demasiado o bastante, en el caso de la ciudad representó solo un respiro de cierta consideración.

Digamos que tres de sus cuatro principales acuíferos subterráneos vinculados al suministro: Ariguanabo, Almendares-Vento, y Jaruco pasaron del estado desfavorable al normal, en ascenso; pero con escasos centímetros por sobre el punto que separa a una y otra condición.

El otro reservorio, es decir, Cuenca Sur, mejoró en su ya estado normal y es el único que presenta una situación verdaderamente cómoda.

El complejo de presas Coca-Zarza-Bacuranao, desde donde se abastece a entidades económicas y clientes residenciales del este de la ciudad, presentan llenados respectivos entre el 40 y el 75%.  

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