Hace unos meses algunas amistades del mundo del arte con ansias inmensas de conocer sobre Cuba me preguntaron: ¿En la Isla todavía se imprimen periódicos? Y sobre el tema pasamos horas conversando, comparando…
Les mostré copias digitales de los diarios y semanarios que con dedicación y empeño se producen con el antiguo fin de informar al público. Porque, cuando piensas que ya no quedan retos llegan los colores, diseños más atractivos e interesantes, todo aquello que ahora podemos transmitir en el acumulado de cuatro décadas.
Tribuna de La Habana se concibió como la publicación encargada de reflejar lo que ocurre en la capital de la Mayor de las Antillas, objetivo que se moldeó en el tiempo y la modernidad para leerse hoy incluso en mayores cantidades diarias fuera del archipiélago. Si Marco Polo, Simbad o Colón vivieran estos días comentarían también sobre la novela, o preguntarían a Tribuna cuándo se abren fronteras para visitar La Habana.
Vamos para los 40, pero sin crisis de mediana edad, coqueteando con la vida misma, vertiendo en tinta y papel nuestras verdades, esas que no pretenden coronarse con falsa objetividad; pero sí reflejar la imagen de una Ciudad Maravilla.