Cómo aportar desde la Educación Superior al desarrollo sostenible es la premisa principal del 12do. Congreso Internacional de Educación Superior Universidad 2020, para el que todas las universidades del país prepararon relevantes investigaciones y proyectos con rigor científico e impacto social.
Odette González Aportela, secretaria ejecutiva del taller de Extensión Universitaria del evento y profesora de la Universidad de La Habana (UH), confirmó que existe una amplia representación de profesores y estudiantes de la mencionada Casa de Altos Estudios que muestran resultados de investigaciones para el desarrollo sostenible y en función de la Agenda 2030.

Asimismo, “la UH forma parte de espacios fundamentales como la coordinación de tres talleres (Educación Superior y sus perspectivas; Ciencia, tecnología y sociedad; y Extensión universitaria); y existen maestros y alumnos de la Facultad de Comunicación que forman parte del comité organizador”.
Un elevado potencial científico se demuestra en los 23 espacios de debate del Congreso, así como en los ejemplos múltiples de proyectos de la UH asociados a la energía, la relación universidad-empresa, la alimentación, el medio ambiente y el desarrollo local para empoderar a las comunidades.
Por su parte, Manuel de la Rúa Batistapau, director de formación de pregrado de la Universidad Tecnológica de La Habana José Antonio Echeverría (Cujae), aseguró que su centro es protagonista de talleres de ciencias básicas y técnicas, y en el panel sobre la transformación curricular que tiene lugar hoy en la nación.
“Cuba se encuentra en el tránsito hacia los programas del Plan E (iniciado en el curso 2016-2017 en varias carreras de la Cujae), lo cual significa una transformación importante pues conlleva una reducción curricular de las carreras a cuatro años y se basa en tres principios fundamentales: la educación durante toda la vida, la vinculación de la teoría con la práctica y la relación universidad-empresa”.
En este sentido, el académico explicó que se reduce el tiempo de estancia en la universidad, pero aumenta el de prácticas laborales, que comienzan en los primeros años de pregrado. “Incluso existe una nueva resolución de ubicación laboral que planifica la inclusión del estudiante en su último año en el puesto de trabajo donde va a desempeñar su adiestramiento”.
Valiosas experiencias posee este centro tras el desempeño de la Facultad de Automática en el área de la robótica y mecatrónica; en la Facultad de Eléctrica los tiros apuntan hacia la energía sostenible; y la Facultad de Arquitectura “busca el mejoramiento del municipio de Marianao mediante la determinación de cambios estructurales, creación de parques donde se respete al medio ambiente, solución de viviendas con recursos propios y obras sociales dirigidas por el gobierno del territorio”.

A la par, la carrera de Hidráulica posee una vinculación muy estrecha con el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos y trabaja en el proyecto de perfeccionamiento del malecón habanero, por citar algunos casos.
En otro orden, existe un Instituto de Ciencias Básicas, que agrupa a las asignaturas no propiamente ingenieras, y se ocupa de una parte de la enseñanza de primer y segundo año de todas las carreras. “La inclusión de los programas de ciencias básicas en el plan E ha sido importante y los resultados son halagüeños”, concluyó Batistapau.
La Cujae también apuesta por el uso intensivo de las nuevas tecnologías pues una parte de los contenidos se pueden gestionar desde los dispositivos móviles, lo que permite un mayor autoaprendizaje.