Con un llamado a que La Habana lidere todo lo referido a la conservación del patrimonio lingüístico de la comunidad sorda, la Lengua de Señas Cubana (LSC), ha trascendido en   Cuba la Semana Internacional de las Personas Sordas, hasta el 29 de septiembre, dedicada a acentuar el derecho de los discapacitados auditivos sobre el uso de esa alternativa de comunicación.

El presidente de la Asociación Nacional de Sordos de Cuba –Ansoc- Alejandro Marzo, realzó el protagonismo de los capitalinos por ser la provincia de mayor número de asociados –supera los 3 000-, con un palpable y cada vez más creciente desarrollo de su nivel cultural, que propicia la participación integral en cada una de las esferas de la sociedad.

Cuba está en vísperas de que se reconozca la LSC como la lengua oficial de la comunidad sorda en la nación caribeña, por eso es necesario extender acciones para su divulgación, aseveró Marzo.

Su legalización como segunda del país, figura entre las principales demandas que debatirán en su V Congreso los miembros de la Ansoc, que sesionará en esta capital, bajo el lema Lengua de señas, cultura e identidad: símbolos de inclusión.

La Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, establece que las lenguas de señas tienen el mismo estatus que las habladas y resalta la importancia de preservarlas como parte de la diversidad lingüística y cultural.

La nación antillana, como país firmante, ha venido trabajando con mucha seriedad en la oficialización del también denominado lenguaje de los signos, en lo cual tiene un rol determinante el Centro de Superación y Desarrollo del Sordo, la Ansoc, y numerosos especialistas de Educación, Cultura, el Ministerio de Trabajo, entre otros.

El 23 de septiembre fue instaurado en 2017 como Día de las Lenguas de Señas; es una  efemérides global proclamada por la ONU coincidiendo con la Semana Internacional del Sordo (la última de septiembre).

De acuerdo con Alejandro Marzo, ha sido una jornada para mostrar cuánto impacto genera el acceso y la inclusión, en los diferentes planos de la sociedad, de aquellas   personas con diversidad funcional auditiva o lingüística, expresión de la voluntad política del Estado, y del protagonismo de la Ansoc en sus 41 años de creada.

Comentó que el bloqueo de Estados Unidos a la Isla genera en ese grupo poblacional no pocas dificultades y carencias; es el caso de las prótesis auditivas, las técnicas necesarias como alarmas, despertadores y timbres lumínicos, y la modernización de la tecnología de subtitulaje en programas de televisión, aunque se ha logrado el servicio de interpretación en espacios noticiosos.