El calor no es la única causa por la que se han “disparado” los gastos eléctricos en La Habana, que registra varios miles de altos consumidores en el sector estatal y en las formas de gestión no estatal. Muchos de los primeros incumplen los planes para mantener a raya sus relojes contadores. Para los otros también llegan cifras asignadas, porque no es lógico que siga funcionando la ecuación: utilizo y pago tanto.
El escenario en que vivimos requiere otras variables como conciencia y respeto evidenciados en el ahorro, para el que siempre habrá resquicios y alternativas. Los momentos coyunturales de escasez sobrevenidos hace poco más de un lustro por la tríada combustible-obsolescencia tecnológica de las termoeléctricas y efectos del bloqueo se han agudizado y, en consonancia, las complejidades en la generación eléctrica.
Se infiere que el derroche o sobrepasar lo establecido no admite paños tibios y sí controles efectivos. Así lo recalcaba recientemente el Primer Secretario del Comité Provincial del Partido en La Habana, durante la evaluación del alto consumo eléctrico en la capital, que representa casi el 25 % del gasto nacional de electricidad. Este asunto vuelve a poner en la palestra el término economía de guerra. Las cosas no pueden pensarse ni realizarse según tiempos normales. Se supone que los planes de consumo concuerdan con los de producción y servicio.
¿Qué falla entonces? Esta no es tarea nueva. En el 2022 fueron indicadas 13 medidas de obligatorio cumplimiento para toda la nación, relacionadas con el uso de equipos de climatización y las cámaras de frío, el alumbrado y otros aspectos que pueden concretar ahorros sustanciales. Para entonces, la capital superaba los 1 550 colectivos que precisaban del monitoreo permanente, en tanto representaban el 80 % del consumo de la ciudad.
Debemos tener presente que esas regulaciones van más allá de la economía, pues siempre se ha protegido al sector residencial; por cierto, también abocado a “arañar” su contingencia de ahorro, pensando en el bien común, como país, según considera el capitalino Ricardo Gravié Terón, quien no se siente ajeno a los apagones en otras provincias. Manuel y Lourdes abogan porque haya acciones enérgicas contra el fraude –más de 15 mil detectados en julio- y que si se adoptó la decisión de eliminar el talonario y pasar al cobro digital, el mensaje de Transfermóvil incluya el consumo, y no solo el importe, para mantener el sano ejercicio de comparar las lecturas mensuales, y evitar que les den gato por liebre.
Leo es partidario de un control riguroso y sin cortapisas con los mayores consumidores, que comenta tiene derecho a saber quiénes son, mientras que Enrique R. Guettón M. y Antonio opinan que no ayuda a concientizar el ahorro, que reiteradamente, durante el día, permanezca encendido el alumbrado público en Vía Blanca y en calles y avenidas del municipio de Diez de Octubre.
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Disculpe que la contacte, agradecería que me pudiera ayudar a encausar esta preocupación. Vivo en la calle 7ma # 1977 del Reparto Antonio Maceo, circunscripción 83 del Consejo Popular Armada. Desde hace mas de un mes no se recoge la basura en la esquina de 7ma y Acosta, ya los desechos interrumpen más de la mitad de la calle. Mi tel es el 50986385 por si desea informarme la forma de canalizar esta preocupación. En esta parte de la circunscripción residen muchos ancianos y las moscas, mosquitos y roedores afectan gravemente la higiene, poniendo en peligro la salud de los residentes. Gracias y disculpe nuevamente.