De único y necesario calificó al Socialismo, Mercedes Romero Lastra, de 63 años de edad, que lo ha visto demostrado en la ayuda solidaria que muchas manos han hecho llegar a su municipio de Diez de Octubre. 

Dieron medicamentos, ropa y artículos de cocina; son muchas manos sobre las mías para apoyar, sobre todo las de la Revolución, sentenció esta habanera que perdió su casa, tras el paso del tornado por la barriada en Lawton, el pasado 27 de enero.

Y es que hasta Diez de Octubre, precisamente a una edificación que por años fueran oficinas de una Fábrica de Calderas de Vapor, se llegó un grupo de miembros de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) para rubricar una sonrisa amiga en cada espacio en construcción.  

Periodistas, fotógrafos y caricaturistas de diferentes medios de prensa se llegaron, este jueves, hasta el lugar que acoge a 16 núcleos familiares albergados a quienes entregaron juguetes y otros artículos necesarios,  como ropa y medios escolares para los 34 niños que allí viven.

Los infantes cantaron y compartieron juegos junto a una payasa que integraba la delegación, liderada por Ricardo Ronquillo Bello, presidente de la UPEC.

Foto: Modesto Gutiérrez Cabo

Yitsoung Manresa Arias, una de las albergadas en los cuartos habilitados en la otrora fábrica y madre de una niña de 10 meses de edad, expresó su agradecimiento por el apoyo que han recibido de todo el pueblo cubano, y resaltó la solidaridad de los miembros de la agrupación periodística, quienes de forma desinteresada fueron hasta el capitalino municipio de Diez de Octubre, el más afectado por el tornado, para regalarles un rato feliz.

Bárbara Correoso Dacosta, directora de Albergues en ese municipio, explicó a la Agencia Cubana de Noticias que los 16 núcleos familiares, o sea las 78 personas que allí se encuentran, vivían en edificaciones a los que el fenómeno meteorológico los llevó a la categoría de derrumbes totales tras su paso.

Armando Valera Figueredo, jefe del Albergue Caldera, nombre que recuerda los orígenes del inmueble, manifestó que los niños, junto a sus familias, reciben toda la atención sanitaria, alimenticia, material y de seguridad posibles.

Reynaldo Hernández Fernández, jefe de un Centro de Producción Industrial en la Cooperativa no agropecuaria Construcciones Santa Fe, responsable del equipo de nueve hombres encargado de las labores de reestructuración y remozamiento del edificio, informó que desde el día 28 están trabajando sin cesar por crear las mejores condiciones de vida para cada familia.

Foto: Modesto Gutiérrez Cabo

Se piensa que para la semana próxima todo esté listo y así los distintos núcleos familiares tengan una confortable estancia, aunque quedan algunas cuestiones por resolver como puertas, duchas, pintura, arreglo de paredes y la colocación de unas 15 lámparas, agregó.

Es tanta la voluntad y solidaridad del buen cubano que el jefe del Centro de Producción Industrial en la Cooperativa no agropecuaria Construcciones Santa Fe paralizó por semanas la fabricación de losas de granito y colocó sus 16 trabajadores a disposición de lo que hiciera falta en la obra.

Hernández Fernández destacó que todo el material que se empleó y empleará en el acondicionamiento del local es totalmente asumido por esa Cooperativa no agropecuaria, sin cobrar un centavo siquiera; y ya suman alrededor de 38 mil pesos invertidos.

Danira Valdés Durán, a quien el tornado se le echó encima y lanzó de un segundo piso, se refirió a cómo el pueblo cubano se ha comportado ante los daños causados por el fenómeno meteorológico, en tanto recordó la triste escena en que vio a su pequeño de tres años Yulian Daniel bajo los escombros, los que convirtieron sueños angelicales en una pesadilla inolvidable.

Todo fluirá. No habrá detención. Hay muchos enjambres de abejas laboriosas, indetenibles y esforzadas que llevan luz y confianza a los damnificados, compuestos por trabajadores, familias, amigos y todas aquellas instituciones u organizaciones como la UPEC, que no son pocas.

(Con información de ACN)