Dice una máxima que a los linieros los unen las líneas. Y por estos días vuelve a corroborarse, con una intensidad que a muchos de ellos parece revivirles la pasión por el oficio de las alturas.

Me lo confirma el pinareño Nelson Fuentes Perera, al mando de una de las cinco brigadas procedentes de Pinar del Río, para contribuir a restañar los daños al servicio eléctrico, ocasionados por el evento meteorológico.

Es su segunda vez en la geografía habanera; antes lo hizo cuando el ciclón Irma, pero “jamás vi algo semejante, y yo llevo 16 años en esto”, asegura.

Lo conocí en plena faena en la Calzada de Luyanó. Dice que la pregunta más escuchada por los vecinos ha sido: ¿Y pa' cuando es esto? Pero se trata de un trabajo de mucha atención, para preservar sus vidas y evitar accidentes de cualquier índole, advierte el experimentado jefe, con 16 años en el giro.

Desde la provincia de Santi Spíritus vino a ofrecer su ayuda Liober Varela. Hace solo dos años se calificó como liniero y nunca había pisado tierra habanera. Cuando retorne a casa, llevará una doble vivencia: los destrozos que dejó al tendido eléctrico el furioso tornado, pero a su vez el respeto y las no pocas atenciones de los vecinos que los han acompañado en estas jornadas.

Foto: David Gómez Ávila

Una de ellas es Marian Sanabria, quien aun sin tener energía en su hogar al momento de entrevistarla, se mostraba confiada “porque aquí han trabajado con muchísimo interés”. Y una manera de reciprocarlo es el agua y el buchito de café, que no es mucho pero se da de corazón.

Mario Castillo Salas:Director general de la empresa electrica de la Habana. Foto: David Gómez Ávila

Con un total de 167 brigadas -43 son de la capital-, la empresa Eléctrica de La Habana ha asumido las labores de recuperación, en aras de restablecer el servicio con la mayor celeridad posible, al total de 201 546 clientes afectados.

El director general de la entidad, Ingeniero Mario Castillo Salas, comentó a Tribuna de La Habana cómo todos los municipios, de una forma u otra, fueron impactados, aunque los mayores estragos se concentraron en Diez de Octubre y Regla, sin desconocer los daños en Cerro y San Miguel del Padrón.

“Hoy La Habana recibe lo que tantas veces desde ella hemos ofrecido: la solidaridad de las provincias; para llegar a la recta final no han faltado recursos materiales ni humanos”, señaló el joven director, tras reconocer la actitud de la población capitalina.

“Han sido muy respetuosos y muchos se sumaron para ayudar a limpiar las calles y abrirle paso a nuestra gente”, dijo agradecido.

Un hervidero de personas absorta en el trabajo fue la mejor imagen que pude apreciar esta semana en la intercepción de las calles Remedios y Señora de los Ángeles. Pareciera que esos nombres son premoniciones. Postes alzándose en busca del cielo, hombres sobres los inmensidad de los carros cestas que maniobran para dejar listo el tendido que recibirá sin contratiempos el paso de la energía, vecinos barriendo las aceras, mujeres dispuestas al gesto que siempre se agradece, linieros unidos por las líneas.