El Día de la Medicina Latinoamericana tiene en Cuba una significativa repercusión. Los trabajadores de la Salud son ejemplo de abnegación y lo han demostrado a lo largo de estos años de duro bregar, aún en condiciones complejas de disponibilidad de recursos ante el asedio criminal de Washington que data de más de sesenta años, y alcanza récord de ignominia.

Médicos y paramédicos cubanos han estado en la primera trinchera de combate ante epidemias que han azotado al mundo. Sus acciones solidarias rebasan las fronteras de la Isla y no solo acuden a tratar enfermedades y epidemias, también estos profesionales están diseminados por otras tierras ofreciendo ayuda especializada a quienes la precisan, ante fenómenos naturales que ocasionan destrucción, heridos y muertes.

Foto: Tomada de Cubadebate

Durante la pandemia de Covid-19 demostraron su grandeza con el profundo sentido de humanismo enarbolado. Ellos no cejaron en el empeño de salvaguardar vidas, se sacrificaron alejados de sus familiares poniendo en riesgo su propia existencia, ante el alto grado de contagios del letal virus.

De igual manera los galenos, técnicos, enfermeras, científicos y personal de apoyo sanitario involucrado en la actividad de servicios y logística durante la etapa epidémica dieron muestras de altruismo y generosidad hacia las víctimas del oportunista flagelo.

El programa masivo de vacunación de la población permitió controlar con recursos propios la pandemia, a pesar de las limitaciones de recursos económicos-financieros en un contexto de crisis global recrudecida en la Isla por el criminal bloqueo que viola flagrantemente los derechos humanos de todos los cubanos y cual se mantuvo implacable y reforzado aún en medio de la Covid.

En las comunidades también cuentan con el reconocimiento de sus compatriotas. La Atención Primaria y Prevención de Salud a cargo de los Médicos y Enfermeras de la Familia, junto a la labor complementaria que ejecutan los profesionales en policlínicos y hospitales resultan acciones determinantes para la protección de los ciudadanos en cada uno de los barrios, a lo largo y ancho del territorio.

Este día 3 de diciembre resulta una fecha de extraordinaria trascendencia para todo nuestro pueblo que admira y respeta la noble obra social y humana erigida por la Revolución y cual en este momento tiene como principales protagonistas a los hombres y mujeres de las batas blancas que construyen puentes de amor para salvar vidas.

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