No son pocos los temas que antes de entrar en la etapa de la gestación deben constituir prioridad en cuanto a su conocimiento. La educación sexual es uno de ellos, por la importancia que entraña para saber cómo deben ser las relaciones de pareja, las maneras de protegerse y demás aspectos que eviten las enfermedades e infecciones de transmisión.
“Prevenirlas resulta vital tanto para la mujer como para el hombre”, sostiene la doctora Yordanka Rodríguez Morales, especialista de primer grado en Ginecología y Obstetricia, en el Hospital Eusebio Hernández, popularmente identificado como Maternidad Obrera, en el habanero municipio de Marianao.
Señaló que en los últimos años hay un aumento de la prematuridad con el consiguiente impacto en la familia y en la sociedad. Aunque es multifactorial, una de las causas que desencadena un nacimiento con antelación (más de tres semanas) a la fecha estimada, es la infección vaginal, la cual es capaz de provocar modificaciones cervicales (en el cérvix) y rotura prematura de la fuente, entre otros daños.
“Debe ser un interés de todos ponerle atención a este asunto, desde nuestras áreas de Salud. Esta es una de las patologías que podemos prevenir, por eso identificarla y tratarla oportunamente, evitaría uno de los problemas que tenemos con mayor frecuencia”, afirmó.

¿Cuáles son las infecciones más frecuentes?
-La moniliasis, la vaginosis bacteriana, la trichomoniasis, además de aquellas que buscamos con hincapié como la estafilocócica, (por Estreptococo betemolítico) que también puede generar daño en el feto intraútero, así como por Escherichia coli y otras que se detectan a través de los pesquisajes con cultivos específicos realizados trimestralmente a las embarazadas.
“Cada una de estas enfermedades tiene su tratamiento propio, por eso es importante la orientación individual, para ver el cuadro clínico y ser certeros con el tratamiento”.
La especialista alertó que la presencia de algunas bacterias o virus como el herpes genital y los condilomas son frecuentes hoy en nuestra población y en el mundo en general.
“En aquellas pacientes que antes del embarazo lo adquirieron y está bajo control, resulta vital el seguimiento en consulta, ya que reinfestarse puede provocar amenaza de parto prematuro, rotura prematura de membrana e incluso comprometer la vía del parto.
“De aparecer esta infección previo a las seis semanas del parto es probable que tengamos que condenar a una cesárea obligatoria, lo cual supone diez veces más riesgo”.

¿Y en cuanto a las infecciones por tipos de hongos?
-Por lo general las infecciones por hongos levaduriformes como moniliasis o la cándida no figuran entre las que más daños causan, pero sí mucha sintomatología. Recordemos que la embarazada es una paciente con las defensas más bajas, lo cual favorece mucho la infección como la monilia que siempre hay que tratarla por sus consecuencias.
De acuerdo con Rodríguez Morales la protección es vital aunque reconoce las dificultades para garantizarla. “A diferencia de otros momentos es menor la garantía para facilitarle a los jóvenes el acceso a condones y otros métodos anticonceptivos. No obstante la educación sobre este asunto no puede faltar”.
“Es trascendental conocer y buscar los medios de protección, ya que ello es para bien nuestro y de la pareja, es decir salud para la vida”, reiteró.
La especialista señaló que dentro del embarazo hay momentos en que resulta crucial cesar las relaciones sexuales y que mientras éstas sean posibles deben ser protegidas.
“Así debemos orientárselo a la pareja y a la familia, ya que con ello se evitarían no solo las posibles infecciones relacionadas con alguna trasmisión sexual, sino también un daño en la embarazada y en el embarazo en sí mismo, provocado por cualquier germen.
¿Qué tipo de daños, por ejemplo?
-El acortamiento el cuello del útero; la amenaza de aborto y de parto inmaduro o pre término; la rotura prematura de las membranas, que es cuando se rompe la fuente; u otros como consecuencia de cualquier germen, o alguna bacteria adquirida por un mal hábito al momento de asearse.
“Por tanto es esencial que las relaciones de pareja durante el embarazo sean protegidas con preservativos, de lo contrario es mejor no tenerlas”.
Rodríguez destacó el valor de la educación sexual para ayudar a la comprensión de que una caricia o un beso es también una relación sexual, y que estar presente en una consulta junto a la embarazada surte un efecto muy positivo en ella, quien se muestra tan sensible durante esos meses de feliz espera.
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