Cuando la doctora Caridad Ruenes Domech, directora del Instituto de Gastroenterología de la capital, entregó este viernes diplomas y reconocimientos a trabajadores destacados y a otros que se jubilan o están próximos a esa etapa, en el acto por el 26 de Julio, los estimulados la abrazaban como familia.

A cada uno de ellos, Ruenes dedicó breves palabras, destacando que el resultado alcanzado depende de la entrega y constancia personal.

Reseñó la labor de este año, cuando se impusieron a adversidades por el azote de la pandemia y mostraron en un vídeo, en saludo al Día de la Rebeldía Nacional, imágenes de profesores, visitantes y personalidades que marcaron huellas en el centro, ubicado en el Vedado capitalino.

Foto: Ricardo Gómez

En el acto recibieron estímulos por sus aportes los departamentos de Endoscopía y Servicios Generales, el profesor Enrique Arús Soler y el psiquiatra Pedro Gil González.

También la anestesióloga Milagro Sáez, las enfermeras María Susana Pentequía y Arelis Ribalta, además de la laboratorista Julia Bancoi Naranjo, entre otros trabajadores.

El centro rector de la Gastroenterología en Cuba tiene más de medio siglo de existencia y se ocupa en el diagnóstico y tratamiento de las afecciones del tracto digestivo.

Antes del azote de la COVID-19 realizaba más de 5 200 procederes endoscópicos y unas 400 operaciones menores cada año.

Paulatinamente, tuvo sostenidos avances científicos y potenció la introducción de nuevas tecnologías y el desarrollo de recurso humanos.

Todo ello contrasta con el poco desarrollo de esa especialidad antes del triunfo de la Revolución, cuando el país contaba con muy poco personal calificado en la rama y ausencia casi total de equipamiento.

Entre los departamentos destacados está el de Endoscopía. Foto: Ricardo Gómez
Una labor sobresaliente realizó el Departamento de Servicios Generales. Foto: Ricardo Gómez
Foto: Ricardo Gómez
Foto: Ricardo Gómez

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