La Organización Mundial de la Salud (OMS), la Asociación Española de Pediatría (AEP) y la Academia Americana de Pediatría (AAP) recomiendan la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida, incluidos los prematuros, los gemelos y los niños enfermos, salvo raras excepciones, continuando hasta el año de vida o más, junto con otros alimentos hasta que la madre y el niño lo deseen.
Según la UNICEF, no hay ninguna otra intervención en la salud que tenga un beneficio tan grande para las madres y sus bebés y que cueste tan poco a los Gobiernos como la lactancia materna. En los países pobres, los infantes que reciben lactancia materna tienen 13 veces más posibilidades de sobrevivir. Por todo ello, la lactancia materna debe ser considerada un asunto de Salud Pública comunitaria y no solo la elección de un estilo de vida.
Este año, para la Semana Mundial de la Lactancia Materna 2021, que se conmemora del 1ro. al 7 de agosto, la Alianza Mundial para la Acción sobre Lactancia Materna (WABA, por sus siglas en inglés) ha seleccionado el tema: Proteger la lactancia materna: una responsabilidad compartida, a fin de destacar los vínculos entre la lactancia materna y la supervivencia, la salud y el bienestar de las mujeres, los niños y las naciones.
Lactancia materna durante la pandemia de COVID-19
La actual pandemia de la COVID-19 plantea enormes desafíos para la comunidad mundial. Garantizar la supervivencia, la salud y el bienestar de las personas es más importante que nunca. La lactancia materna es la base de la vida y contribuye a la salud a corto y largo plazo, la buena nutrición y la seguridad alimentaria bajo cualquier circunstancia. También es considerada un derecho humano que debe respetarse, protegerse y cumplirse.
Este tipo de lactancia se ha visto afectada de forma positiva y negativa durante la pandemia. Debido a los confinamientos y las restricciones de movimiento por la mayoría de los gobiernos, las madres y padres han tenido tiempo para estar en casa y concentrarse en cuidar y criar a sus bebés. Por otro lado, en varios países se practica la separación de las madres y los bebés debido a los riesgos percibidos de transmisión del coronavirus.
La OMS recomienda mantenerles sin separarse porque la lactancia materna no solo es segura, sino que también previene la mortalidad neonatal. El impacto de la separación en el inicio y la continuación de la lactancia materna pueden ser devastadores. El acceso a consejería y apoyo en lactancia materna también se ve limitado por los sistemas de salud sobrecargados y los requisitos de distanciamiento social.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la OMS siguen recomendando que se cumplan las pautas estándar de alimentación infantil durante la pandemia: Inicio de la lactancia materna dentro de una hora después del nacimiento, lactancia materna exclusiva hasta que los bebés tienen seis meses de edad, y continuación de la lactancia materna junto con alimentos complementarios nutricionalmente adecuados y seguros, hasta los dos años de edad o más allá.
Se debe apoyar a las madres y los bebés para que permanezcan juntos y practiquen el contacto piel con piel y/o el cuidado de canguro, independientemente de que ellos o sus bebés tengan o no una infección por el virus COVID-19 sospechosa, probable o confirmada. Se debe proporcionar asesoramiento sobre lactancia materna, apoyo psicosocial básico y apoyo práctico de alimentación a todas las mujeres embarazadas y madres con bebés y niños pequeños.
Vea algunas recomendaciones de la OPS en la siguiente galería de imágenes:
Atención en Cuba
Para la Isla, la atención a los infantes y a la madre constituye una de las prioridades fundamentales, por eso se potencia la práctica de la lactancia materna, para contribuir a una niñez saludable, y una maternidad responsable y activa. Es importante que con compromiso, acción concertada y colaboración, todos velen porque las madres tengan acceso a asesoramiento cualificado sobre lactancia materna y empoderarlas para que ofrezcan a sus hijos el mejor comienzo posible en la vida.
A través del Ministerio de Salud Pública está establecido que todas las mujeres puedan acceder a asesoramiento capacitado sobre lactancia materna. Resulta de vital importancia la participación activa de los profesionales que trabajan tanto en la Atención Primaria como en los hospitales. Estos tienen que brindar cobertura para el amamantamiento, y apoyar rutinariamente la iniciación y mantenimiento de la lactancia materna exclusiva; además de involucrar a la comunidad en la promoción de esta práctica.
Además, deben trabajar para que todas las mujeres bajo su atención puedan acceder al asesoramiento competente sobre los beneficios que ofrece la lactancia materna, tanto para el bebé como para la madre. De igual manera, los pediatras también juegan un rol fundamental en la promoción y protección de esta práctica, alertando a padres y familia de los riesgos de abandonarla.
Beneficios de la lactancia materna
- Para los niños y las niñas
- Provee seguridad alimenticia total para el lactante en los primeros seis meses.
- Brinda fuente ideal de nutrientes.
- Su iniciación retardada incrementa riesgo de mortalidad neonatal.
- Mejora la respuesta a las inmunizaciones.
- Protege a los infantes de las infecciones. Reduce la incidencia y mortalidad por enfermedades infecciosas adquiridas en la comunidad.
- Disminuye el riesgo de padecer en el futuro enfermedades crónicas: Obesidad, Diabetes, Aterosclerosis, Asma e Hipertensión arterial.
- Favorece el desarrollo intelectual, emocional y motor, con ello el desarrollo integral de la primera infancia y su supervivencia.
Para las madres:
- Disminuye la morbilidad extremadamente grave y la mortalidad materna debida a la hemorragia posparto.
- Reduce el número de mujeres que desarrollan cáncer de ovario, mamario y osteoporosis.
- Provee una forma natural de espaciar embarazos. Tiene propiedades anticonceptivas, aunque no es un método muy seguro y de larga eficacia.
- Ahorra gastos médicos ya que previene enfermedades y alergia.
- La conexión que se establece al amamantar al bebé contribuye a fortalecer el vínculo entre madre e hijo.
- Resulta económica y segura.
- Ahorra recursos vitales: agua; tiempo y energía de la mujer.
¿Lactancia materna o lactancia artificial? Una decisión personal
Elegir entre la lactancia materna y la lactancia artificial es una de las decisiones más importantes que tienen que tomar los padres que acaban de tener un hijo.
Por los reconocidos resultados de varias investigaciones, los expertos consideran que la leche materna es la mejor opción nutricional para los bebés. Sin embargo, la lactancia materna no siempre es posible para todas las mujeres. En muchas de ellas, la decisión de dar el pecho o el biberón al bebé se basa en criterios de comodidad, estilo de vida o situaciones médicas específicas.
Se plantea que alimentar a un hijo con leche materna significa proporcionarle una nutrición ideal, por los indudables beneficios antes mencionados. Sin dudas, es muy beneficiosa, pero no quiere decir que la lactancia artificial no tenga sus ventajas y a veces es necesaria. Entre las posibilidades que brinda está que cualquiera de los padres puede alimentar al pequeño, aunque si la madre se extrae la leche también se logra dicho objetivo. Esto hace posible dejarlo con el papá u otro cuidador si necesita ir a trabajar o resolver algún asunto.
Al digerirse más lento, el niño tomará leche con menos frecuencia. Además, las madres no tienen que preocuparse por la dieta ni por los medicamentos que consumen, pues estos no influirán en la alimentación del bebé.
Por otra parte, algunas mujeres padecen de enfermedades, relacionadas o no con el parto, que les impiden amamantar a sus bebés. Otras presentan mucho dolor, que puede ser generado por alguna infección o tienen problemas sicológicos por algún problema familiar. También, algunos niños nacen con malformaciones en la boca que les impide succionar y, a veces, deben combinar las dos formas de alimentación, porque la cantidad de leche materna no resulta suficiente para que el bebé aumente de peso de manera adecuada.
Ante la culpa que pueden experimentar algunas madres por no poder amamantar a sus bebés, se debe tener especial cuidado a la hora de transmitir el mensaje de la necesidad de la lactancia materna. Lactar es amar, pero no significa que alimentar al bebé con leche artificial no permitirá establecer un vínculo de amor entre la mamá y su hijo o hija.
Los numerosos beneficios de la lactancia materna son innegables. Resulta imprescindible, como se hace en Cuba, que los programas de educación para la salud incentiven este tipo de alimentación.
El médico de la familia debe establecer una adecuada comunicación con la madre desde su embarazo y seguir este trabajo después que nazca su bebé, para mitigar sus dudas y darle las orientaciones necesarias (como los masajes que estimulan la salida de la leche). El apoyo de la familia también es imprescindible, para disminuir la ansiedad que esto genera en algunas madres, sobre todo las primerizas.
Lo más importante es educar a la familia en este sentido, pero de manera tal que interioricen los beneficios que esta reporta. No obstante, es una decisión personal.
Por ello es necesario estar preparados y conocer las ventajas y los inconvenientes de cada método para tomar la mejor decisión. Pero si usted tiene la posibilidad de optar por la lactancia materna vivirá una experiencia única e indescriptible, como el placer que proporciona las pequeñas cosas de la vida. Puede que sienta incertidumbre, o el agobio de las noches sin dormir, pero créame, su bebé se lo agradecerá.
Referencias
Sitio web del MINSAP
Semana mundial de la lactancia materna 2021 (PDF)
Sitio web de Infomed
Sitio web de la Organización Panamericana de la Salud (OPS)