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Científicos del Centro de Investigación sobre Envejecimiento Humano Jean Mayer USDA en la Universidad de Tufts (HNRCA), advierten sobre el riesgo que corren los adultos amantes de los refrescos de desarrollar niveles anormales de colesterol y triglicéridos.

En seguimiento realizado por los investigadores a personas adultas que bebieron regularmente bebidas azucaradas durante 12,5 años, se pudo conocer que el consumo regular de bebidas azucaradas, como refrescos y bebidas de fruta, se asocia con cambios adversos en las concentraciones de lipoproteínas y una mayor incidencia de dislipidemias relacionadas con los triglicéridos y el colesterol de lipoproteínas de alta densidad.

Según el estudio, publicado en el Journal of the American Heart Association, la dislipidemia, a su vez, puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, por lo tanto, los científicos recomiendan limitar la ingesta de bebidas azucaradas.

Los patrones dietéticos bajos en bebidas endulzadas con azúcar pueden contribuir a mantener perfiles favorables de lipoproteínas plasmáticas, indican los investigadores.

Al mismo tiempo, el estudio mostró que el consumo de bebidas endulzadas con bajo contenido calórico y cantidades limitadas de jugo de fruta 100% (hasta 1,5 porciones al día) no parece influir negativamente en las concentraciones de lipoproteínas.

Otro experimento, llevado a cabo por unos científicos estadounidenses en 2018, había demostrado que el consumo excesivo de refrescos no solamente causa obesidad, sino también aumenta el riesgo de graves trastornos en los riñones.

Además, en 2017, se hizo público un estudio censurado que mostraba que el alto consumo de azúcar y bebidas dulces puede causar ateroesclerosis y cáncer de vejiga.

(Con información de la revista sputnik)