La epidemia del sida es considerada una de las más devastadoras hasta la historia. Por su causa han muerto millones de personas en el mundo. Por ello, cada 1 de diciembre se conmemora el Día Mundial de la Respuesta contra el VIH/sida para suscitar una conciencia sobre la epidemiología, las medidas de prevención, control y acceso a tratamientos, y los resultados obtenidos contra esta pandemia mundial.

Durante la conmemoración, esta vez bajo el lema: Las comunidades marcan la diferencia, las personas solidarizadas con el tema llevan un lazo rojo como símbolo de esperanza y apoyo a los afectados por el VIH, enfermos, fallecidos y los que se preocupan por alguien que sufre la enfermedad.

Las comunidades contribuyen a la respuesta al VIH/sida de maneras muy disímiles. Su liderazgo permite garantizar que la respuesta sea significativa, y que nadie quede atrás. En estas comunidades se integran los educadores, las redes de personas que viven con el VIH o están afectadas por el virus, los asesores, los trabajadores sanitarios de la comunidad, las organizaciones de la sociedad civil y los activistas populares.

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminaciones y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

En ocasión de esta conmemoración Winnie Byanyima, Directora Ejecutiva de ONUSIDA, envió un mensaje en el que expresó: “Sin las comunidades, 24 millones de personas de todo el mundo hoy no tendrían acceso al tratamiento. Sin las comunidades lideradas por mujeres que viven y están afectadas por el VIH, no estaríamos hoy cerca de poner fin a las nuevas infecciones entre los niños, así como tampoco seríamos capaces ni de criar huérfanos ni de cuidar de los enfermos”.

Más adelante señaló: “En este Día Mundial del Sida, ONUSIDA quiere elogiar y rendir homenaje a los logros que los activistas y las comunidades han cosechado en la lucha contra el VIH. Queremos recordar y honrar a todos los que se han ido quedando por el camino. Fueron ellos y ellas quienes desafiaron el silencio y acercaron a las comunidades los servicios que salvan vidas. Sin embargo, y por sólidas que resultan, las infinitas contribuciones realizadas por las mujeres y por muchos otros no podrán reemplazar nunca la responsabilidad de los Gobiernos.

“Recordemos que los Gobiernos se han comprometido a que, al menos, el 30 % de los servicios del VIH sean liderados por las comunidades. También han acordado que el 6 % de toda la financiación para el VIH irá destinada a la movilización de las comunidades, la promoción de los derechos humanos y el cambio de leyes dañinas que no hacen sino obstaculizar nuestro camino para erradicar el sida.

“Seamos claros, hoy por hoy defender los derechos humanos y plantar cara a la discriminación, la criminalización y el estigma constituye un trabajo arriesgado. Hagamos, por tanto, un llamamiento a los Gobiernos para que abran los espacios, con el fin de que los activistas puedan llevar a cabo su trabajo de la mejor manera que saben. Con las comunidades al frente y los Gobiernos cumpliendo sus promesas, lograremos acabar con el sida”.

Datos y cifras de ONUSIDA

Según su más reciente informe, Power to the people (el poder a las personas), presentado en Kenia, el 26 de noviembre de 2019, por la Directora Ejecutiva de ONUSIDA, la secretaria del gabinete del ministerio de salud de Kenia y los representantes de la comunidad, las personas y comunidades que viven con el VIH o que están afectadas por el virus participan en la toma de decisiones y en la prestación de servicios relacionados con el VIH.

Han disminuido los casos de nuevas infecciones y a mediados de 2019, alrededor de 24,5 millones de personas de los 37,9 millones de personas que viven con el VIH lograron acceso al tratamiento. Al continuar la adherencia a este, cada vez es menor el número de gente que fallece por enfermedades relacionadas con el sida. No obstante, el progreso alcanzado con respecto a la reducción de las infecciones por el VIH se entremezcla con la cifra de 1,7 millones de personas que se vieron afectadas por el virus en 2018.

Las nuevas infecciones por el VIH se redujeron un 28 % de 2010 a 2018 en África oriental y meridional, la región más afectada por el VIH. Como señal alentadora, la tasa de incidencia del VIH entre las adolescentes y las mujeres jóvenes de la región con edades comprendidas entre los 15 y los 24 años pasó de 0,8 % en 2010 a un 0,5 % en 2018, lo que supone un descenso de un 42 %. Pero aún son las más afectadas por las nuevas infecciones del VIH, pues cuatro de cada cinco nuevas infecciones del África subsahariana ocurren dentro de este grupo etario.

Fuera de África oriental y meridional, las nuevas infecciones por el VIH se han reducido únicamente un 4 % desde 2010. De mayor preocupación es el incremento de nuevas infecciones en algunas regiones, ya que aumentó un 29 % en Europa oriental y Asia central, un 10 % en Oriente Medio y África del Norte, y un 7 % en América Latina.

Atención en Cuba

Existe el acceso gratuito a todos los servicios de salud, lo que incluye los relacionados con el VIH/sida.  Los servicios preventivos y de diagnóstico, la atención integral descentralizada e integrada en la Atención Primaria de Salud, el apoyo con suplemento alimentario a las personas con VIH y las garantías laborales y legales establecidas, reflejan el perfil de las políticas públicas en el orden social.

La voluntad política de Cuba para eliminar el VIH/sida y su labor de prevención y control ha sido reconocida por ONUSIDA. Constituye un programa priorizado, en el cual se involucran todos los sectores de la sociedad, sobre todo desde las comunidades. Para ello cuenta con el Grupo Operativo Para el Enfrentamiento y Lucha contra el Sida (GOPELS), órgano de coordinación multisectorial, que funciona a todos los niveles.

En 1986 se creó el Programa Nacional de Prevención y Control. A partir de 1993, se amplió a la atención ambulatoria. En el 2000 se elaboró la Respuesta Ampliada a la Epidemia para los diferentes sectores sociales y al año siguiente el Plan Estratégico Nacional.

Desde 1998 crearon el servicio telefónico de LíneAyuda para la información y apoyo psicosocial cuyo personal voluntario, ingresa a este servicio después de un proceso de selección, capacitación y entrenamiento para adquirir los conocimientos requeridos sobre las ITS y el VIH/sida. En la actualidad esta forma de ayuda también existe a través del sitio web de la institución.

Otro proyecto es el Carrito por la Vida, que intercambia dudas y preocupaciones con la población de todos los municipios de la capital, ya sea en escuelas, barrios, fiestas, discotecas, entre otras. Sus miembros trabajan en la promoción de métodos preventivos, educativos e informativos.

De igual manera, constituye una prioridad el apoyo a los niños que sufren las consecuencias del VIH/sida, considerados así los menores de 18 años de edad. Este incluye a los afectados directamente por la enfermedad, los que tienen padres enfermos o aquellos que quedaron huérfanos.

¿Qué ocurre en la capital? 

Según datos del GOPELS de La Habana, hasta septiembre de 2019, en la capital hay una incidencia acumulada de 14 625 de personas diagnosticadas con VIH, de los cuales 4032 han padecido sida, de ellos 2878 fallecidos (2605 por sida, el resto por otras causas). 

Desde enero hasta septiembre de 2019 se diagnosticaron 653 casos, con una tasa de incidencia de 30.8 por cada 100 mil habitantes. El Consejo Popular con una mayor tasa de incidencia es Lawton, del municipio de Diez de Octubre con 178 por cada 100 mil habitantes. Del sexo masculino hay 505 (77.3%), de ellos el 71.3% corresponde a Hombres que han tenido sexo con otros hombres (HSH); 148 (22.7%) han sido mujeres. Ha habido 102 fallecidos (38 menos que en 2018). Por grupos de edades, el mayor número de casos está entre 20 y 34 años. 

A pesar que de manera general se ha logrado una discreta disminución de la incidencia del VIH/sida, aún resultan insuficientes las labores educativas. La adherencia al tratamiento antirretroviral es un desafío permanente. Se debe consolidar el trabajo intersectorial hasta lograr una respuesta preventiva integrada dirigida a los hombres que tienen sexo con otros hombres y a las personas que practican sexo transaccional. Se debe lograr interiorizar la importancia del uso de los condones como mejor método de prevención.

Si bien es importante hacerse la prueba para conocer si una persona es portadora del VIH, las pruebas de detección han de ser voluntarias, se debe reconocer el derecho de las personas a declinar someterse a ellas. La realización obligatoria o bajo coacción de estas pruebas, ya sea por parte de un profesional sanitario, una autoridad, la pareja sexual o un familiar es inaceptable pues es contraria a la buena práctica de la salud pública y constituye una violación de los derechos humanos.

A su vez, es importante concienciar que aunque en el mundo haya una reducción de la propagación del VIH/sida, la esperanza de vida sea mayor con los tratamientos con antirretrovirales, se utilicen más recursos para las investigaciones científicas y existan nuevas expectativas en la búsqueda de una vacuna, aun no existe cura para el VIH. Por lo que tener relaciones sexuales protegidas es la mejor vía para prevenir el contagio y propagación del virus causante del sida.

Referencias 

-Últimas estadísticas mundiales sobre el estado de la epidemia de VIH/sida

-Datos de ONUSIDA 

-Mensaje de directora ejecutiva de ONUSIDA 

-Datos y cifras sobre VIH/sida de la OMS

-Comunicado de prensa de ONUSIDA 

-ONUSIDA 

-Sitio web del Centro Nacional de Prevención de las ITS-VIH/sida