La medicina interna es una especialidad médica enfocada al diagnóstico y al tratamiento no quirúrgico de enfermedades en el adulto. En Cuba, se reconoce como tal desde 1956 y alcanzó su plenitud tres años más tarde, pues la Revolución estimuló la superación científica, favoreció el desarrollo de las investigaciones y permitió al internista cumplir con la naturaleza humanista de su profesión.
En ocasión de celebrarse en el Hospital Hermanos Ameijeiras el 12 Congreso Nacional de Medicina Interna MEDINTER 2019, Tribuna de La Habana conversó con el Doctor Miguel Ángel Blanco Aspiazu, vicepresidente de la Sociedad Cubana de Medicina Interna y presidente del comité organizador de dicho evento.

¿Qué antecedentes tuvo el Congreso?
-Se comenzaron a realizar en 1957 cada cuatro años, pero este específicamente se dio en condiciones socioeconómicas y políticas matizadas por el recrudecimiento de la política hostil de los Estados Unidos contra Cuba.
“Nuestro lema fue La medicina interna en defensa de la clínica, un tema escogido por el impulso que merece la especialidad en un contexto donde los adelantos científicos impactan la atención médica de forma positiva, pero traen consigo algunos elementos negativos derivados del mal uso de la tecnología y la subvaloración de procedimientos como el interrogatorio y el examen físico de un paciente”.
¿Cuáles fueron los principales temas a debate?
-Mencionar la medicina de precisión, que es una extensión de la individualización del proceso de atención médica, pero esta vez utilizando los aportes de los estudios genéticos y otros adelantos científicos asociados a los mismos.
“Debatimos sobre la medicina basada en la evidencia, la cual consiste en llevar a la atención médica las mejores evidencias derivadas de la investigación científica; sobre las enfermedades neoplásicas, el cáncer que ha adquirido dimensiones de incidencias, frecuencias y prevalencias importantes; las insuficiencias de órganos, que constituyen estadios avanzados en muchas enfermedades y que requieren precisión y seguimiento del paciente, además de la aplicación de medicina paliativa.
“Otro tema fue la coordinación de la atención en equipo de los pacientes, elemento de mucha actualidad porque el incremento de la esperanza de vida de la población propicia un aumento en la fracción de pacientes con más de una enfermedad y la medicina interna es una de las especialidades más importantes en contribuir a la coordinación de todo el grupo, la colaboración entre sus miembros y la integración de las acciones de cada uno, función particularmente importante en los hospitales.
“Además, se debatió sobre la importancia de la docencia, es decir, la formación de recursos humanos en pregrado y postgrado, lo cual es de máxima relevancia pues la calidad de la atención brindada tiene mucha relación con la calidad de formación del personal de la salud”.
¿Qué objetivos fueron trazados y cuáles expectativas quedan?
-Los objetivos del evento incluyeron la actualización y puesta al día en conocimientos de muy diversos campos de acción de la medicina interna y el rencuentro entre los internistas de todo el país. Fue un espacio para impulsar el desarrollo de la especialidad y el cumplimiento de sus tareas dentro del sistema nacional de salud, a partir de la organización de la actividad científica, que es la misión fundamental de la Sociedad Cubana de Medicina Interna.
“Pensamos organizar -ya están planificadas- algunas investigaciones multicéntricas, es decir, a lo largo de varios centros en el país, donde esperamos contar con representación de todas las provincias incluido el municipio especial Isla de la Juventud. Estas serán investigaciones dirigidas a caracterizar la magnitud de comorbilidades (dos o más trastornos que ocurren en la misma persona) y pluripatologías (cuando un individuo vive con múltiples enfermedades simultáneas, crónicas e incurables) de los pacientes en diferentes escenarios a nivel de hospitales y de la comunidad, lo cual implicará la interacción en este empeño no solo entre los internistas, sino con otras especialidades.
“Realizar esos estudios no solamente activa las funciones que en ciencia tiene un profesional de la medicina interna cubana, sino que estratégicamente a largo plazo contribuye a modificar positivamente los indicadores de salud que hoy muestra el país e indirectamente pero de forma inmediata beneficia la calidad de la asistencia médica”.
¿Qué se necesita para lograr esta calidad?
-Está determinada por tres elementos fundamentales: la eficacia en la aplicación de la ciencia y la tecnología al proceso de atención, la calidad de la relación médico-paciente, que es la arista humanista siempre a tener en cuenta y las condiciones en que se dé ese proceso de atención, lo cual se preocupa por garantizar el Ministerio de Salud Pública.
“Otro componente de la calidad es la eficiencia en el uso de los recursos disponibles, pues recordemos que Cuba es un país en desarrollo y, a pesar de las intenciones como política de garantizar todos esos recursos humanos, materiales y financieros para aplicarlos al proceso de atención médica, vivimos con limitaciones muy relacionadas a la actitud hostil del gobierno de los Estados Unidos. Sin embargo, es precisamente en estos momentos cuando más eficientes debemos ser.