Llegó a Cuba por primera vez en 2014. Alguien lo trajo consigo para practicar ritos de la religión yoruba y con ese acto dio inicio a una de las propagaciones más rápidas de una especie invasora en la Isla. Hoy es posible encontrarlo en casi todos los municipios habaneros, en 12 provincias y en el Municipio Especial Isla de la Juventud.
Es el caracol gigante africano (Lissachatina fulica), una de las 100 especies invasoras más dañinas del mundo pues es vector de varias enfermedades letales para los humanos entre las que se encuentran la meningoencefalitis, aunque cabe destacar que, hasta el momento, no se ha presentado ningún caso en Cuba por esa causa.
A pesar de eso, las autoridades en el país llaman a mantener las medidas orientadas para combatir la que es considerada una de las más desbastadoras plagas agrícolas, capaz de arrasar sembrados enteros y afectar a su paso, animales y personas.
¡Peligro, no tocar!

Es impresendible reforzar las medidas higiénicas, que incluyen el riguroso lavado de manos antes de ingerir alimentos y la cocción adecuada de los mismos, luego de su higienización con abundante agua.
Pueden ocurrir infestaciones asociadas al caracol gigante africano cuando una persona ingiere sus larvas en tercer estadio, al llevarse las manos a la boca después de tocar los moluscos o al ingerir alimentos contaminados por sus secreciones, ya sean vegetales, frutas u otros expuestos a su paso.
Otra vía de transmisión importante la constituyen las mucosas (boca, ojos y nariz), sin embargo se recomienda también evitar cualquier contacto de la piel con este animal y en caso de no poder evitarse, utilizar guantes o una jaba de nailon, en su defecto.
Un enemigo “hermoso”
El caracol gigante africano puede alcanzar hasta 20 cm de longitud. El tamaño de su concha y sus colores inusuales lo hacen atractivo sobre todo para los niños. Es por eso importante saber a qué tipo de enemigo se enfrenta Cuba y no olvidar que ninguna medida, por extrema que parezca, es vana cuando se trata de proteger la salud propia y también la ajena.

Este molusco, oriundo de África oriental, es hermafrodita aunque no puede autofecundarse y coloca entre 100 y 500 aproximadamente cada tres meses. De ellos, nacen entre el 85 y el 95 %, unos 1 800 huevos anualmente depositados a 25 cm de profundidad en la tierra, por lo cual se hace difícil determinar dónde se encuentran los nidos.
Vive un promedio de 5 años y puede afectar a 250 especies de plantas y animales al constituir una competencia en la búsqueda de alimentos. No tiene depredadores naturales y cuando se siente amenazado se entierra para protegerse.
Además, es capaz de cerrar su concha mediante una membrana y disminuir su metabolismo en condiciones adversas como la sequía o escases de alimento. Por esas razones, es tan resistente.
Carilda Peña, directora de Vigilancia y Lucha Antivectorial del Ministerio de Salud Pública (Minsap) ha declarado a la prensa nacional que hoy no existen los recursos en los sectores de Salud Pública o Agricultura para el control de esta plaga. Por ello, precisó, adquieren una medular importancia las medidas que a nivel local y sobre todo personal puedan emplearse, cuando anunció que “ninguna campaña podría ser tan eficaz para combatir el Caracol Gigante Africano como el control popular”.
Cómo lidiar con el caracol
Tras su detección en territorio nacional por primera vez en el reparto habanero de Poey, el Estado Mayor de la Defensa Civil concibió la Resolución 5 de 2018 para la creación de un grupo de trabajo temporal integrado también por especialistas del Minsap, el Citma, el Ministerio de Educación y del Instituto de Investigaciones de Sanidad Vegetal, para manejar la situación desde una perspectiva integradora, afirmó Yailin Nápoles Hinojosa, jefa de la Sección de Peligros Sanitarios del Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil, en el espacio televisivo de la Mesa Redonda del jueves 20 de junio.

Como principales orientaciones se encuentran no botarlo vivo en ríos, solares yermos, calles o en la basura que recoge el servicio de comunales; no consumirlo, comercializarlo, dispersarlo o usarlo como carnada, ofrenda a deidades afrocubanas o para otros fines y sobre todo, no tener contacto directo con la baba del caracol. Si ocurriese, lavar con abundante agua y jabón la zona expuesta.
Para destruirlo, puede procederse de las siguientes maneras. Una primera opción es triturar la concha y enterrarla o depositarla en la basura, pero siempre dentro de una bolsa herméticamente cerrada, también se les puede quemar dentro de un recipiente, previniendo cualquier posibilidad de incendio o se les puede sumergir en una solución de sal o cal (tres cucharadas por litro de agua) durante 24 horas. Los restos pueden enterrarse o también arrojarse a la basura, pero siempre bajo la condición del hermetismo.
Nunca, bajo ningún concepto, se debe llevarlo a los ojos, nariz o boca y siempre notificar a las autoridades sanitarias más cercanas sobre su avistamiento.
Siempre que sea posible se recomienza la limpieza exhaustiva de patios, parterries, o cualquier espacio donde este animal pueda encontrar un habitad segura; entiéndase aglomeraciones de maderas, ladrillos, o tejas, elementos que conservan humedad, una de las mejores alidadas del caracol.
Desde las instituciones escolares y educativas en todos los niveles, debe reforzarse el conocimiento sobre los peligros del caracol gigante africano y realizar un profundo trabajo de concientización, sobre todo con los más pequeños, para evitar consecuencias indeseadas.
A falta de recursos, la solución (al menos defensiva) se encuentra en las manos de la población y atenerse a las orientaciones es la mejor manera de mantenerse a salvo de los impactos de un enemigo que aunque lento, es ciertamente, aplastante.

En el reparto la guinera Arroyo naranjo. están en los basureros. Se a denunciado a los organismos y nada pasa. Inclusive cuando los compañeros de comunales vienen (cuando vienen) tienen que estar atentos
Gracias, Agustín, por compartir con nosotros, sobre este tipo de situaciones volverá el equipo de Tribuna de La Habana a publicar en próximas ediciones. Así que es muy valioso su comentario. Esperemos, entre todos, poder solucionarlo.
Quisiera saber señorita periodista si en mi casa tengo los caracoles y lo he reportado a todas las instancias y ninguna me da una respuesta y menos una solución a donde más debo ir o cuanto más debo esperar, porque hace más de un año esta situación la reporté al policlínico de mi zona y nunca me han dado una respuesta.
Estimado Jorge, no es el primer lector en comentar una situación similar y como bien sabrá usted, los medios informan, orientan e interpretan, pero desgraciadamente no tenemos todas las respuestas y no tenemos mucho menos la solución a este tipo de situaciones. De cualquier manera, gracias por compartir con nosotros su duda y espero que el hecho de publicarla en este espacio le ayude de algún modo, así como los datos reflejados en el trabajo.
Bravo Claudia, al fin se hizo realidad el trabajo sobre el caracol
Viste Aniely, finalmente se hizo realidad. Espera una segunda parte que ya estamos trabajando en ella. Saludos!!!!
En el Municipio de Boyeros en la esquina del Policlinico y entrada del Aereopuerto No.1 hay una mata llena que ya caminan por todo el tronco de la mata y por ahi traciende muchos niños para la escuela. en espera de su atencion
En realidad nosotros los cubanos nos quieren tirar con todo. sera este caracol un enviado de Trump. pero no importa es necesario divulgar por todos los medios los peligros de esta especie, y principalmente en las escuelas porque son los infantes los mas expuesto a este depredador y por favor los de la campaña antivectorial se le puede dar esa nueva misión.Ya que no existen medios quimicos para eliminarlos , solo conociendo los daños y como combatirlo podemos luchar contra el caracol Trump.. Saludarte.