A fin de fomentar la lactancia materna en todo el mundo, del 1ro al 7 de agosto de 2019 se celebra la Semana Mundial de la Lactancia Materna bajo el lema Empoderémonos ¡Hagamos posible la lactancia materna!

También se conmemora la Declaración de Innocenti, signada en agosto de 1990 por los gobiernos, la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y otras organizaciones para promover y apoyar este tipo de alimentación.

Este año, la OMS trabaja con la UNICEF y los asociados para promover las políticas favorables a la familia que permiten la lactancia materna y ayudan a los padres a criar a sus hijos, así como a establecer vínculos con ellos en la primera infancia.

La OMS recomienda la lactancia materna exclusiva desde una hora después del nacimiento hasta los seis meses de edad. Luego se deben agregar alimentos complementarios nutritivos sin dejar de amamantarlos hasta los dos años o más.

Se dice que iniciar la lactancia materna desde el primer día de vida puede evitar el 16% de las muertes neonatales, y si comienzan durante la primera hora después del nacimiento esta cifra aumentaría al 22%.
Tradicionalmente se ha considerado que la lactancia materna es asunto exclusivo de la madre. Sin embargo, cuando los padres, las parejas, las familias y la sociedad la apoyan, las tasas de lactancia materna aumentan. Es trabajo en equipo.

De ahí que este año se haga un llamamiento a los gobiernos, sindicatos, empresas y administración, para abogar e implementar soluciones innovadoras e inteligentes que conduzcan a la igualdad de género y a mejores tasas de lactancia materna.

La OMS plantea que las madres necesitan tener un entorno laboral propicio que las proteja y apoye para seguir con la lactancia materna cuando vuelven a trabajar, dándoles acceso a descansos para amamantar; a un espacio seguro, privado e higiénico para extraer y guardar la leche materna, y a servicios de guardería infantil asequibles.

En Cuba se celebra esta jornada con diversas actividades, entre ellas, el reconocimiento a madres donadoras voluntarias de leche materna; en esta ocasión bajo el lema Empoderémonos, hagamos posible la lactancia ¡Ahora y en el futuro!, la cual se centra en el papel fundamental que desempeña el padre al apoyar la lactancia materna, mediante la realización de las labores domésticas para así contribuir el bienestar y desarrollo de la madre y el bebé.

Lactancia materna o artificial

Se plantea que alimentar a un hijo con leche materna significa proporcionarle una nutrición ideal. Son numerosas las ventajas de este tipo de lactancia, como la protección contra las enfermedades infecciosas del oído, respiratorias, diarreas y meningitis.

Además, contra las alergias, asma, diabetes y obesidad, debido a los anticuerpos que la madre transmite al bebé, a través de la leche materna. Esta contribuye a que después del nacimiento se mantenga el nexo inmunológico entre madre e hijo, el cual existía durante la vida intrauterina.

Al nacer, el sistema digestivo de un bebé está muy inmaduro, lo cual constituye otra razón para suministrarle la leche materna, pues al ser fácil de digerir, son menos propensos a la diarrea o el estreñimiento.

Desde el punto de vista económico, este tipo de alimentación tiene la ventaja de no representar un costo adicional. Además, como los niños se enferman menos, implicará un menor gasto en medicamentos. La leche materna siempre está disponible, no necesita hervir biberones, ni estar pendiente de si hay leche en el mercado.

Especialistas del tema aseguran que la lactancia materna influye en el desarrollo posterior del lenguaje ya que la succión fortalece los músculos que están relacionados con el habla. De igual forma, afirman que este tipo de alimentación contribuye a tener un coeficiente de inteligencia superior.

El beneficio no es sólo para el bebé, pues las madres que amamantan a sus hijos tienen menos riesgo de cáncer de mama, de útero y ovarios y recuperan su peso con más rapidez pues queman calorías y el útero se encoje de un modo más acelerado, tras el parto. Psicológicamente se sienten más segura sobre su capacidad para cuidar al niño. La conexión que se establece al amamantar al bebé contribuye a fortalecer el vínculo entre madre e hijo.

La lactancia materna es muy beneficiosa, pero no quiere decir que la lactancia artificial no tenga sus ventajas y a veces es necesaria. Entre las posibilidades que brinda está que cualquiera de los padres puede alimentar al pequeño, aunque si la madre se extrae la leche también se logra dicho objetivo. Esto hace posible dejarlo con el papá u otro cuidador si necesita ir a trabajar o resolver algún asunto.

Al digerirse más lento, el niño tomará leche con menos frecuencia. Además, las madres no tienen que preocuparse por la dieta ni por los medicamentos que consumen, pues estos no influirán en la alimentación del bebé.

Es cierto que estas ventajas solo proporcionan una vida más cómoda para la madre. Sin embargo, no siempre esa es la razón por la que a veces optan por la lactancia artificial.

Algunas mujeres padecen de enfermedades, relacionadas o no con el parto, que les impiden amamantar a sus bebés. Otras presentan mucho dolor, que puede ser generado por alguna infección o tienen problemas sicológicos por algún problema familiar. También, algunos niños nacen con malformaciones en la boca que les impide succionar y, a veces, deben combinar las dos formas de alimentación, porque la cantidad de leche materna no resulta suficiente para que el bebé aumente de peso de manera adecuada.

Ante la culpa que pueden experimentar algunas madres por no poder amamantar a sus bebés, se debe tener especial cuidado a la hora de transmitir el mensaje de la necesidad de la lactancia materna. Lactar es amar, pero no significa que alimentar al bebé con leche artificial no permitirá establecer un vínculo de amor entre la mamá y su pequeño.

Los numerosos beneficios de la lactancia materna son innegables, nadie lo duda. Es imprescindible, como se hace en Cuba, que los programas de educación para la salud incentiven este tipo de alimentación.

El médico de la familia debe establecer una adecuada comunicación con la madre desde su embarazo y seguir este trabajo después que nazca su bebé, para mitigar sus dudas y darle las orientaciones necesarias (como masajes para estimular la salida de la leche). El apoyo de la familia también es imprescindible, para disminuir la ansiedad que esto genera en algunas madres, sobre todo las primerizas.

La lactancia materna puede ser la mejor opción. Lo más importante es educar a la familia en este sentido, pero de manera tal que interioricen los beneficios que esta reporta. No obstante, es una decisión personal.

Si usted opta por la lactancia materna vivirá una experiencia única e indescriptible, como el placer que proporciona las pequeñas cosas de la vida. Y créame, su bebé se lo agradecerá.

Referencia

Sitio web de la OMS
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