Una transfusión de sangre puede representar la diferencia entre la vida y la muerte. Contribuye a mejorar la esperanza de vida de pacientes que padecen enfermedades mortales o a socorrer a los que requieran procedimientos médicos y quirúrgicos complicados.

Los donantes voluntarios de sangre provienen de cualquier región de la sociedad sin distinción social, religión o edad. Al hacerlo son considerados héroes anónimos que de manera solidaria contribuyen a salvar vidas humanas sin recibir ninguna compensación monetaria.

Así ocurre con William Fernández González, del municipio de Cotorro, papá de dos hembras y tres varones, que ya tiene 53 años, quien tiene un tipo de sangre poco común O-, y al dialogar con Tribuna de La Habana nos cuenta: “Dono sangre desde los 26 años de manera voluntaria cada tres meses, y esto es motivo de satisfacción porque estoy consciente que ayudo a salvar vidas”. Muchas personas se han sentido tan agradecidas que van hasta su casa para darle muestras de su enorme satisfacción.

De igual forma ocurre con Randys Basulto Fonseca, un joven donante del municipio de Playa, quien comentó: “Donar sangre es salvar vidas, comencé a hacerlo desde finales del pre, primero fue por embullo con mis compañeros, pero luego continué haciéndolo cada tres meses y así seguiré”.

Foto: Cortesía de la autora

En especial recuerda una ocasión en que donó sangre para una mujer que iban a operar, que solo conocía por referencia: “Fui al banco de sangre, la doné y al mes y medio más o menos esa persona me localizó, y fue una experiencia muy bonita, pero ella estaba tan agradecida que quería hasta pagarme, y le dije –no, no, esto yo lo hago sin ningún tipo de interés”.

También tuvimos oportunidad de intercambiar con Vladimir Sauré Bermúdez, coordinador provincial de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) quien al referirse al homenaje realizado recientemente a los donantes voluntarios de la capital manifestó:

“El objetivo es reconocer a esas personas que de manera voluntaria, solidaria y altruista, donan parte de su cuerpo, para salvar vidas humanas. Y esta tarea tiene mucho que ver con el trabajo de los CDR, como el de Salud Pública y el resto de las organizaciones políticas y de masas que actúan en la comunidad, porque en nuestra provincia hay un trabajo mancomunado, multisectorial, y todos contribuyen para que cada mes se realicen alrededor de 8 000 donaciones de sangre voluntarias, lo que garantiza su existencia en toda la red hospitalaria de la capital”.