El agua tiene un gran impacto en la vida de las personas, al incidir en cuestiones que afectan la seguridad alimentaria, energética, la salud humana y el medio ambiente. A fin de promover la necesidad de preservar este preciado recurso, este 22 de marzo se celebró el acto provincial por el Día Mundial del Agua, bajo el lema: Afrontando la escasez de agua, en el parque Mariana Grajales, sito en El Vedado, municipio de Plaza de la Revolución.

La actividad educativa, cultural, deportiva y recreativa contó con la participación de pioneros de la localidad y del municipio Arroyo Naranjo, estudiantes de la Escuela Elemental de Música Manuel Saumell, junto a promotores de salud, representantes de las direcciones municipal y provincial de Salud, así como de Deporte del territorio, con profesores de Cultura Física y Recreación.

Foto: David Gómez Ávila

El responsable de promoción de salud del municipio de Arroyo Naranjo, Félix Rodríguez, señaló que en todos los territorios se han realizado Festivales Recreativos Educativos de Salud (FRES), alegóricos a esta celebración, con mensajes educativos, además de matutinos en las escuelas, donde se insta a ahorrar y preservar este recurso natural de vital importancia para los seres humanos y el medio ambiente.

El espacio también sirvió para intercambiar sobre la importancia de la prevención, control y tratamiento de la Tuberculosis (TB), a propósito de conmemorarse el Día Mundial de la enfermedad, este 24 de marzo, con el lema: Trabajemos juntos para poner fin a la tuberculosis. Intensifiquemos los esfuerzos en la detección y tratamiento.

La fecha fue escogida en honor al médico alemán Heinrich Hermann Robert Koch, quien ese día del año 1882,  anunció al mundo el descubrimiento de la bacteria responsable de la tuberculosis: la Mycobacterium tuberculosis, causante de la mayor cantidad de casos en el mundo y conocida con el sobrenombre de “Bacilo de Koch”.

Foto: David Gómez Ávila

En Cuba se desarrolla un Programa de prevención y control de la TB, establecido por el Sistema Nacional de Salud (SNS), en el que efectúan pesquisas en los diferentes territorios; sobre este particular se refirió, la Dra. Caridad Morén González, Jefa del Programa de TB del municipio de Plaza de la Revolución, al dialogar con Tribuna de La Habana:

“En nuestro territorio atendemos siete áreas de salud, con una población mayor de 156 mil habitantes, y llevamos un control del programa a través de los grupos vulnerables, personas que están expuestas de alguna manera al bacilo de la TB, el Bacilo de Koch. Debemos saber que es una enfermedad curable, que se trasmite por las vías respiratorias, a través de las microgotas, con un período de incubación de dos a diez semanas”.

La doctora recomendó que cuando una persona tenga síntomas de la enfermedad, como tos prolongada por más de 21 días, expectoración con hemoptisis (con sangre) o sin ella, febrícula, decaimiento, entre otros, debe acudir al médico de familia, y se le realizan diferentes pruebas que junto con la valoración clínica permiten hacer el diagnóstico. De ser positivo, se les pone tratamiento, se aísla en su vivienda, y se toman medidas sanitarias para evitar la trasmisión.

Mientras dure la enfermedad cesan de trabajar sin dejar de recibir el salario, y se les asigna una dieta.  También se actúa con las personas que tienen contacto con el paciente; si no padecen TB se les realiza un tratamiento profiláctico. Todos reciben los medicamentos gratuitos, controlado bajo la supervisión del médico y la enfermera del consultorio de la familia, quienes se lo suministran y así evitar olvidos que pueden ser perjudiciales para él, su familia y las personas con las que tenga contacto.

Para enfrentar el reto de poner fin a la TB es importante establecer la diferenciación de acciones a partir de la situación epidemiológica y las características de cada territorio. Esto requiere un trabajo integral del SNS con la colaboración de la comunidad, única forma de desarrollar con éxito el programa de prevención y control.