Los bosques son de vital importancia para la existencia humana. Ocupan la tercera parte de la superficie total de la Tierra. Funcionan como habitats de animales, moduladores de flujos hidrológicos y conservadores del suelo. Son imprescindibles para la absorción de carbono y el control del clima mundial. Por ello, su deforestación y degradación provocan graves consecuencias medioambientales y sociales.

Cada 21 marzo se celebra el Día Internacional de los Bosques a fin de concienciar a la opinión pública mundial sobre la importancia de su conservación y desarrollo sostenible para las generaciones actuales y futuras. Esta vez bajo el lema: Los Bosques y la Educación. ¡Aprende a amar al bosque! Se pretende destacar la educación como un medio indispensable para aprender a amarlo, su importancia para lograr una gestión sostenible de las zonas forestales y avanzar en la conservación de la biodiversidad. Se insta a enseñar a los niños a establecer contacto directo con la naturaleza para que sean conscientes de sus beneficios.

Los bosques sanos ayudan a crear comunidades más fuertes y prósperas. Para lograrlo, los países pueden contribuir a garantizar la colaboración entre científicos, políticos, agentes forestales y comunidades locales para trabajar juntos en la lucha contra la deforestación y hacia la restauración de los paisajes degradados.

La deforestación es un proceso provocado en gran medida por la acción humana debido a las talas o quemas realizadas por la industria maderera, también por la utilización del suelo en la agricultura y ganadería, o por la creación de asentamientos de población. Cada año desaparecen millones de hectáreas de bosque, lo cual incrementa la emisión de gases contaminantes que agravan el calentamiento global.

Por su parte, la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), desde hace algunos años ha destacado que Cuba es el país de América Latina y el Caribe con mayor proporción de área de bosque designada para funciones protectoras.

En la Isla existe un Programa Nacional Forestal, el cual ha contribuido a aumentar el índice de boscosidad a más de un 30 por ciento, y en el que se trabaja por satisfacer la demanda de bienes y servicios brindados por los bosques, de manera sostenible.

Sin dudas, la preservación de los bosques es importante para los seres humanos, en especial para las comunidades rurales. Contribuyen a disminuir la pobreza. Suministran madera, leña, alimentos, forraje, aceites esenciales, gomas, resinas, látex, medicinas, sombra.

Además, son zonas de gran belleza natural, para un sano esparcimiento. Disminuyen la incidencia de las radiaciones ultravioletas provenientes del sol, favorecen la regulación del clima, la biodiversidad, contribuyen a frenar el calentamiento global y a limitar las emisiones de gases a la atmósfera.

A fin de alcanzar un desarrollo forestal sostenible es imprescindible que exista una conciencia política mundial, se deben crear nuevos niveles de cooperación entre los Estados y personas en general; lo cual constituye un largo y sinuoso camino, mientras prevalezcan los intereses económicos por encima de los intereses de supervivencia de la humanidad.