
La Dra. María Luisa Lima Beltrán, Especialista en Medicina Interna, tiene una experiencia como docente cercana a los 50 años, en el Hospital Clínico-Quirúrgico Docente Dr. Salvador Allende del Cerro. Es Presidenta del Comité Evaluador del Proceso Asistencial (CEPA) y salvo las tres ocasiones que ha cumplido misión internacionalista, siempre ha trabajado en este centro.
Con la cordialidad que la caracteriza sostuvo un breve intercambio con Tribuna de La Habana, sobre sus inicios y trayectoria laboral: “Me enamoré de este hospital sobre todo por las características de los profesores y del personal que aquí trabajaba. Somos como familia y tenemos mucho sentido de pertenencia. Aquí se respira un aire de solidaridad y deseamos que el hospital funcione correctamente”.
“Durante mi vida laboral he sido jefa de sala, del servicio de medicina, subdirectora, miembro del Buró del partido, docente, profesora principal de algunas asignaturas. Me gusta mucho la docencia, a veces, después de varios años, han venido estudiantes a saludarme”, dice con gran satisfacción.
Al hacer referencia al proceso de remodelación que se lleva a cabo actualmente en el hospital refiere: “Pienso que también ha contribuido a ganar un mayor interés en los trabajadores. No hacemos nada con una inversión muy bonita, muy grande, donde tengamos todo lo material, si no ponemos nuestro corazón, nuestra sensibilidad, si no sentimos por el otro como si fuéramos nosotros mismos, como si fuera nuestro familiar más cercano. Eso es lo que creo que estamos ganando y debemos mantener”.
“Yo digo que cada vez que hay una queja de cualquier tipo, estamos incurriendo en una falla dentro del sistema de salud y lo que queremos es que todo funcione de la mejor manera posible, cuando logremos eso, las inversiones se van a ver más bonitas todavía, porque las personas van a tener el justo balance entre lo sensible y lo material”, manifiesta.
Uno de los momentos más gratos que recuerda fue cuando Fidel visitó por primera vez el hospital: “Él trasmitía una sensación de afecto, cariño, se acercaba, le ponía a una la mano en el hombro y decía jocosidades. También se enamoró del hospital. Vino cuando inauguraron la sala de terapia intensiva, en ese entonces yo era subdirectora y atendía esa área; además había una directora, una secretaria del partido y una del sindicato y nos dijo ´Esto es un verdadero matriarcado’, porque todos los cargos en aquel momento lo teníamos las mujeres”.
“Cuando su funeral tuve el honor de que la provincia me designara para formar parte de la guardia de honor, y eso ha quedado para siempre dentro de mi memoria y mi corazón”, señala con orgullo.

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La saludo con mucho cariño Dra.
es una gran persona gran mujer. y sobre todo una super maestra..
La Dra Lima fue mi profesora de Medicina Interna en 1985 en el hospital Salvador Allende.