En el Hospital Clínico-Quirúrgico Docente Dr. Salvador Allende, situado en el municipio de Cerro, se desarrolla un proceso inversionista, a fin de mejorar sus servicios de salud. Para lograrlo, el centro cuenta con un total de mil 700 trabajadores, de ellos, 416 médicos, 389 enfermeras, más los licenciados y técnicos del laboratorio clínico, medicina nuclear, rayos x, y personal de servicio.

Entre los propósitos fundamentales del hospital está disminuir la mortalidad, continuar las operaciones por fracturas de caderas dentro de las primeras 24 horas (lo logran en el 98 por ciento de los casos), e incrementar la cirugía mínimamente invasiva.

Subdirector: Doctor Ivan Giró López Foto: David Gómez Ávila

El Dr. Iván Giró López, Subdirector del centro, comentó a Tribuna de La Habana acerca de las labores constructivas durante el 2018: “Concluimos el pabellón Mario Muñoz, el complejo Docente con siete aulas y un anfiteatro; así como los servicios de Dermatología, Audiometría, Medicina Nuclear, la sala Manuel Valle, y ofrecimos mantenimiento a todo lo que hicimos el año pasado: el bloque Camilo Cienfuegos, el servicio de Nefrología y de Hemodiálisis. Además, digitalizamos el equipamiento del hospital”.

Sobre las proyecciones para el próximo periodo refiere: “El objetivo número uno es recuperar el Pabellón Antonio Guiteras, de 75 camas, será una sala para todos los capitalinos con cualquier patología infecciosa; ya se culminó el proyecto falta comenzar la ejecución. Trabajaremos, también, en el Pabellón Julio Antonio Mella, el José Antonio Echeverría, y en la cocina”.

Una manera de estimular a su colectivo laboral fue instituir desde el año 2015 el Premio Anual Salvador Allende, que entregan cada 15 de marzo, aniversario del centro. Conceden uno para los profesionales y otro al mejor trabajador no profesional.

Servicio de Medicina Nuclear

Ingeniero, Armando del Pozo Foto: David Gómez Ávila

Dialogamos con el Ing. Armando del Pozo Almaguer, Jefe del Servicio de Oncología: “Prestamos el servicio de oncología clínica, medicina ambulatoria e ingreso. Instalamos una cámara gamma italiana, que garantiza una mayor seguridad y calidad, para realizar estudios de gammagrafías óseas, de mama, tiroides, función renal, entre otros”.

Por su parte, el Dr. Rodolfo Suárez, Especialista en Medicina Interna, con Diplomado en Medicina Nuclear, comenta: “En cuanto a la infraestructura se repararon las instalaciones hidráulicas, sanitarias y la climatización; y se mejoró la seguridad periférica.

Sobre los servicios añade: “Atendemos a pacientes con infecciones, que no se sabe dónde la tienen; con lesiones cerebrales. Y ya tenemos los protocolos para atender a pacientes del Instituto de Angiología con lesiones en los vasos linfáticos. Todos estos estudios son de tercer nivel, los pacientes pasan por otras etapas de investigación y llegan a esta si es necesario, lo que permite definir el diagnóstico con una certeza de más del 90 por ciento”.

Pabellón Mario Muñoz: Servicio de Geriatría

Cuenta con 34 camas para dar cobertura a los pacientes del municipio y de localidades aledañas. En ella laboran nueve especialistas, doce enfermeras, un psicólogo, un terapeuta ocupacional, dos secretarias y un mensajero.

La especialista en Fisiatría y Rehabilitación, evalúa al paciente, y prepara un programa terapéutico. Se valen de la ozonoterapia pues funciona como un neuro protector, mejora la sinapsis neuronal y al parecer contribuye a disminuir la depresión. Cuando termina la etapa de hospitalización le entregan una contra referencia para que asista al Servicio de Rehabilitación Integral de su comunidad.

Al frente de Geriatría se encuentra el Dr. Francisco de Asis Rosell Conde, Especialista en Medicina General Integral (MGI), Especialista de II Grado de Geriatría y Gerontología y Master en Longevidad Satisfactoria: “Este es el segundo Servicio de Geriatría de Cuba, es un centro de referencia nacional y el primer servicio de referencia docente del país en Geriatría y Gerontología”.

Cuentan con un hospital de día donde: “Realizamos una evaluación integral a los pacientes remitidos de los policlínicos. Atendemos a los pacientes con alta hospitalaria pero no médica. Los valoramos desde el punto de vista biomédico, social y funcional. Se determina el estadío de deterioro cognitivo, si es por la edad o por una demencia vascular, o degenerativa, y analizamos los estados depresivos”.

Brindan servicio de rehabilitación con una terapeuta ocupacional, y un Psicólogo de la Universidad de La Habana, Máster en Longevidad Satisfactoria, que trabaja el ámbito del paciente anciano y su relación con la familia, las crisis de cuidadores agotados. Además, el trabajo de Gero-cultura: “Una premisa fundamental es promover una cultura de envejecimiento y una salud funcional. Deben aprender a defender sus valores, sus derechos; a veces desconocen las potencialidades que les brinda el país”, enfatiza.

Tienen una vasta experiencia en la atención a pacientes con fractura de cadera: “Los atendemos como una urgencia quirúrgica, pero debemos llevarlo al quirófano en las mejores condiciones de salud, para ello contamos con un equipo de especialistas. Cuando llega al cuerpo de guardia es evaluado por el ortopédico y el jefe de la guardia. Si tiene las condiciones idóneas va para el salón, si es tarde o hay otra situación, se opera al día siguiente. Esto ha contribuido a disminuir la mortalidad, mejor recuperación funcional y a retornar al hogar en menor tiempo”.

Y añade: “No importa la edad, hemos operado un alto número de longevos porque la primera premisa es quitar dolor, la segunda buscar recuperación funcional y la tercera evitar complicaciones por una inmovilidad permanente”.

Sobre la restauración del centro expone: “Es un orgullo sobre todo porque se ha conservado su arquitectura original. Este fue el hospital más visitado por Fidel, quien dedicó gran parte de su vida para que fuera un centro de referencia como la sala de terapia intensiva, considerada la más grande de América Latina. Siempre contó con nuestros profesores, especialistas; cuando se abrieron los centros de diagnóstico en Venezuela, aquí siempre tuvo un baluarte importante”.

Hacen encuestas para conocer el estado de opinión: “el índice de satisfacción es mayor, pues ahora hay más confort. Han habido quejas por diversas situaciones, a veces las personas esperan más, y tratamos de atenuar los problemas en la medida de lo posible”.

La Dra. María Luisa Lima Beltrán, Especialista en Medicina Interna, quien funge como docente, piensa que el proceso inversionista también ha contribuido a incrementar el interés de los trabajadores: “No hacemos nada con una inversión muy grande y bonita, donde tengamos todo lo material, si no ponemos nuestro corazón, nuestra sensibilidad, si no sentimos por el otro como si fuéramos nosotros mismos, como si fuera nuestro familiar más cercano. Eso es lo que estamos ganando y debemos mantener”.

La paciente Oristela Gomez, acompañada de Yaquelín Suárez Foto: David Gómez Ávila

Pacientes y acompañantes más complacidos

Teresa Ceberio de 77 años, del municipio de Diez de Octubre, llegó por el cuerpo de guardia, primera vez que ingresa en el hospital: “Me siento divinamente bien, todos son buenos, desde la auxiliar general hasta el médico superior”. Su acompañante Guadalupe Arbolaes, expresa: “La directora pasa por aquí para ver cómo estamos, qué necesitamos. Las enfermeras y la auxiliar de la sala están pendientes, estamos muy complacidas.”

Oristela Gómez Rodríguez, de 80 años, residente de La Habana Vieja, ingresó porque padece de Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) y está descompensada, sobre el centro dice: “No tengo ninguna queja, aquí me atiendo desde hace 39 años. Nos brindan comprensión, cariño y se preocupan por la atención a los pacientes”.

Su hija, Yaquelín Suárez, manifiesta: “Hemos estado aquí en varias ocasiones, la atención es maravillosa…Es un personal escogido. La dirección del centro visita la sala, son muy preocupados, conversan con los pacientes, preguntan las inquietudes, porque a veces hay problemas. Al restaurar la sala mejoró el confort, ya no hay que venir cargado de la casa. La alimentación es bastante buena, con una dieta balanceada acorde con la patología. Hoy le decía a su doctora que si alguna vez tengo necesidad de ingresar quisiera que fuera en este hospital”.