Eduardo González, hermano más pequeño de Ramón González Coro. Foto: Roly Montalván

“¿Qué harías tú si vieras diariamente torturar y asesinar a compañeros de la Universidad, que su único delito era luchar por conseguir para su Patria un régimen de libertad? ¿Podrías permanecer indiferente? No, tú en mi lugar, hubieras hecho lo mismo”, escribió a su padre desde el exilio, en junio de 1957, el mártir Ramón González Coro.

Mongo Coro, como se le conocía, murió a solo 14 días de triunfar la Revolución. La desaparición física del miembro del Directorio Revolucionario y estudiante de Medicina, quien no cumplió su sueño de convertirse en médico, sigue recordándose por las nuevas generaciones de cubanos.

“Llegó con cinco hombres a la Audiencia de Santa Clara para rescatar a un compañero de guerra y a tiro limpio lo liberó; cubriendo la retirada, después de cumplida su misión, un disparo en el abdomen terminó con su vida”, recordó Eduardo González, el hermano menor, y en representación de toda la familia, asegura que cada 17 de diciembre es como si hubiera muerto aquel día.

“Mientras tenga un ápice de vida, un aliento muy pequeño de existencia, seguiré su ejemplo, su figura, y lucharé por lo que él defendió”, asevera.

Rodolfo Enríquez Rodríguez, director del Hospital Ginocobstétrico Docente Ramón González Coro. Foto: Roly Montalván

Los trabajadores del hospital -sito en Plaza de la Revolución- que lleva el nombre del líder estudiantil, le dan cuerpo y alma a su entrega, al distinguirse como centro de referencia del país en la atención al Programa Materno Infantil, donde reportan casi 3000 nacimientos en lo que va de año, con una tasa de mortalidad infantil de 2,5 por cada mil nacidos vivos.

Otros avances significativos recaen en la reproducción asistida a la pareja infértil. Tras la atención de 1000 casos, hasta la fecha lograron 155 embarazos con el uso de baja tecnología y 56 de alta complejidad, apoyados en la implementación de nuevas tecnologías como la vitrificación, la preservación de semen y el seguimiento a pacientes portadoras de trombofilia, dijo la DrC. Arlety Barazal Gutiérrez, secretaria provincial del Sindicato de Trabajadores de la Salud en La Habana.

“Embarazadas cardiópatas, hipertensas, hipotensas, con diabetes mellitus y con cáncer agradecen nuestra atención”, agregó Rodolfo Enríquez Rodríguez, director de este centro Ginecobstétrico Docente, donde se potencia la atención al neonato menor de 1500 y 1000 gramos y promocionan el parto por vía transpelviana.

Un proceso de reparación y mantenimiento, con la participación activa de los trabajadores, posibilitó la recuperación de 104 camas pertenecientes a los servicios de Cardiología, Gestantes, Puerperio, Paro y Preparto. También comenzaron las labores constructivas en la lavandería y otros espacios.

Yamilka García, gestante trasladada al hospital por palpitaciones, agradece la atención médica prestada. Foto: Roly Montalván
Destacados del sector de la Salud, con más de 20 años de labor ininterrumpida, recibieron la distinción Manuel Fajardo Rivero y la medalla Trabajador Internacionalista. Foto: Roly Montalván 
Los gemelos Victoria y Aaron, nacieron gracias a la fertilización in vitro, técnica de alta tecnología. Foto: Roly Montalván