Cintio Vitier (1921-2009). Fue un narrador, ensayista y crítico cubano, gran conocedor de la obra de José Martí. Dueño de una poesía de las más complejas en las letras hispanas y de una prosa exquisita.

Su lírica, descrita por él mismo como “el testimonio de un silencio que ha querido expresarse”, constituye un valioso aporte a la literatura en castellano. La voz arrasadora, Examen del maniqueo, Compromiso y Torre de marl son, según la crítica, algunas de sus mejores piezas poéticas.

Se unió en sus inicios al grupo Orígenes, junto con otros nombres de destacados escritores de la Isla. Obtuvo numerosas distinciones entre las que sobresalen: el Premio Nacional de Literatura, el Premio Juan Rulfo, el título de Ocial de Artes y Letras de Francia y la medalla de la Academia de Ciencias de Cuba.

Al decir de Ángel Augier, Cintio supo captar también el corazón de la capital, ese punto sensible que marca el ritmo de la vida. “En la paz de la noche (…), invoca la poderosa presencia de constante, innita poesía, y es una voz que queda resonando para todos los días”.

Guardia nocturna

 Frente al monumento a Martí 

 Yo estoy aquí de paso, cuidando un /

 edificio, pero el que está de guardia /

 permanente eres tú.

Un parpadeante cielo de estrellas azules /

te rodea en la plaza silenciosa. ¡Oh mármol: /

todo lo que se mueve en torno tuyo, gira /

por dentro de las venas de la Revolución!

Escudo que no puede tocar el enemigo, /

proyectándonos, padre, como debemos ser, /

estás sentado al centro de la noche infinita:

Gran Semí, jeroglífico de un invisible Sol.

Fuentes: Portal de José Martí y “La poética de La Habana cien poemas”, Ángel Augier, Editorial Colección Sur.

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