A decir de agencias y medios de comunicación locales e internacionales de los Estados Unidos y otros países, las Fuerzas Armadas de esa nación incursionaron de forma agresiva y prepotente en aguas del Caribe, efectuaron una vez más, un nuevo ataque a un barco presuntamente involucrado en el tráfico de drogas frente a la costa de Venezuela, lo cual tuvo por consecuencias la muerte de seis personas, no identificadas. Y según señalan algunos medios informativos norteamericanos, el mandatario estadounidense expresó que la embarcación estaba “afiliada a una organización terrorista designada”, sin ofrecer pruebas, ni datos convincentes al respecto.

Lo que llama la atención, además de la falta de transparencia y elementos a presentar es que traficantes de narcóticos tendrían que ser muy ingenuos o mentecatos para transitar por un área con despliegue de la Armada norteamericana acosando y atacando, indiscriminadamente, cualquier embarcación o lancha que surca por esos mares internacionales, donde tradicionalmente suelen pescar, o quizás hasta intentar emigrar en busca de sueños o realizaciones, hombres humildes, trabajadores de pueblos de la región.

¿Hasta dónde puede llegar la irresponsabilidad y el azuzar peligros de la administración del presidente de EE. UU Donald Trump, en zonas del continente?
Todo indica que el señor dignatario está muy mal asesorado con muestra de notable ineptitud por parte de quienes inciden, muy negativamente, en su toma de decisiones. Y ello puede conducirle a una catástrofe política y hasta económica de proporciones inimaginables, pues si continúa esa estrategia de arrogancia imperial en una zona declarada de Paz por todos los gobiernos de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, CELAC, millones de ciudadanos que conforman ese conglomerado poblacional dirán ¡Basta! a la embestida criminal, y cualquier intervención militar impuesta, sin dudas provocará mayor aislamiento de Washington.

Los tiempos han cambiado, algo que no comprende esa Administración norteamericana, las políticas del garrote resultan muy fallidas y carentes de raciocinio e inteligencia. Las amenazas, chantajes, sanciones, bloqueos y campañas de desestabilización contra naciones, lo que han logrado a lo largo de la historia es unir las fuerzas patrióticas, mayoritariamente, de los pueblos, contra cualquier invasor de su territorio, exactamente lo que se constata hoy en Venezuela, donde chavistas, y sectores opositores y población en general que repudian la intervención extranjera, cierran filas contra los apátridas e invasores.

Todavía Estados Unidos está a tiempo de rectificar su estrategia vandálica y oportunista en el Caribe, y evitar con exclusiones y manipulaciones diabólicas que la cacareada “Cumbre de las Américas” no sea un fiasco, ante la negativa de varios Jefes de Estado de no asistir lo cual puede crecer en estos meses, pues esa absurda decisión de dividir a la América intentando aislar a Cuba, Venezuela y Nicaragua, es tan burda como inconsistente, pues estos son precisamente países que tienen un largo historial de ayuda y solidaridad con naciones vecinas y de la zona caribeña y latinoamericana.

Cómo podría algún gobierno digno y de respeto, olvidar la bondad de la Operación Milagros, de Yo Si Puedo alfabetizando ciudadanos, Petrocaribe, o los intercambios comerciales y de colaboración en Defensa Civil con los más necesitados, ante fenómenos naturales o climatológicos de envergadura, etc. Esta es una América que no puede admitir más exclusiones de centros de poder hegemónicos, esos que han profundizado la brecha entre pobres y ricos, y han contribuido a que esta sea la región más desigual del mundo. De ahí que si Washington no cambia su postura agresiva y de vulneración de independencia de otros países, su Cumbre, que es lo mismo que la de la OEA, puede llegar a ser, el mayor fracaso en política exterior de la Casa Blanca, en el siglo XXI.

No a las intervenciones militares, y no más piratas en el Caribe surcando sus mares con bombas, y medios de destrucción y muerte.

Otras informaciones:

La solidaridad militante y comprometida del canal Europa por Cuba