La situación de los sobrevivientes de la población de Gaza, luego de los más de 52 mil muertos, gran número de niños, mujeres, ancianos, familias enteras víctimas del genocidio causado por los bombardeos indiscriminados del ejército israelí, se hace cada vez más insostenible y lacera los derechos humanos de todo un pueblo sometido a la extrema pobreza, las enfermedades, y la falta de servicios básicos indispensables.
En solo horas del mes de mayo de 2025 han perecido más de 50 personas, principalmente población más vulnerable; infantes, madres y adultos mayores. ¿Cómo puede haber gobiernos como el de Estados Unidos y algunos de la Unión Europea, también en Inglaterra, que puedan seguir silenciando, apoyando, y hasta ayudando al señor Benjamín Netanyahu, premier de Israel, reforzándolo con armamentos, a continuar con sus masacres y estrategias de limpieza étnica?
¿Será que hay un retroceso en la civilización humana, hasta justificar esa barbarie?
Lamentablemente, quienes por intereses lucrativos, ganancias colosales con ventas de medios bélicos sustentan hoy esa ignominia, podrían ser mañana victimas también del monstruo que han contribuido a fabricar. No olvidar las lecciones de la historia, la II Guerra Mundial que actualmente se celebra su victoria frente al nazifascismo mucho tuvo que ver con la pasividad, indiferencia y hasta con el contubernio mostrado por algunos Estados con la Alemania nazi, en su desarrollo.
Los fascistas no serán jamás entes confiables y solo imponen sus intereses personales por encima de la vida de los demás, cuántos “Pactos de No Agresión” firmó Hitler, quebrantándolos con invasiones y bombardeos a ciudades y pueblos europeos, y si no son frenados, el nazifascismo dominaría el mundo, y de seguro hubiese desaparecido la civilización humana, animales con cuerpo de personas serían los que esclavizarían a los millones de ciudadanos que quedarían respirando.

Esa es una verdad que no puede soslayarse, ¿qué pretende Israel con apoderarse cada vez de más y más tierras palestinas y árabes? Lograr su anhelo de gendarme, hoy regional, con aspiraciones mayores aún.
Su desatino y disparatada política va en aumento, eso se constata con el avance de los acontecimientos en el Oriente Medio, incluso, la Liga Árabe debe sostener preocupaciones ante esa avalancha agresiva e intervencionista del sionismo protagonizado por la cúpula del gobierno de Netanyahu, que nada tiene que ver con el pueblo judío.
A decir del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, los nuevos planes israelíes son “incompatibles con la existencia” de los palestinos en Gaza. Recientemente atacaron escuelas como Al Karama de Al Tuffah, cerca de la Ciudad de Gaza, centro que albergaba a familias desplazadas por la guerra provocando 16 muertos, luego que otras 30 personas, entre ellas mujeres y niños, murieran en una escuela de UNRWA, refugio en el campo de refugiados de Al Bureij, en el área de Gaza Central. Y no se limitan solo a escuelas, agreden hospitales, edificios y viviendas particulares, destrucción por doquier que no son siquiera objetivos militares.
Los pueblos del mundo deben decir; ¡Basta de genocidios!, la barbarie que se acomete contra la población palestina y también árabe, debe cesar.
La impunidad exacerba la violencia, el extremismo y, por ende, germina el fascismo. La paz es la única manera sensata y racional de salvar al planeta.
También todos los conflictos latentes en disimiles latitudes, deben frenar. Las armas nucleares y de exterminio en masas presentes en este milenio son capaces de desaparecer la especie humana, la Tierra en su conjunto.
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