Después del injustificado bombardeo contra Siria, como la primera carta presentada en política internacional por el señor Joe Biden, el nuevo presidente de Estados Unidos, busca el consenso en la bancada republicana, en una alianza cada vez más cercana de los objetivos de la extrema derecha, representada por el ex presidente Donald Trump, bajo la tenebrosa presión de congresistas republicanos, para evitar cualquier nueva medida que impida siquiera eliminar algunas de las últimas regulaciones aplicadas por Trump.

Como parte de las acciones de Donald Trump (DT) para “validar” su desgobierno, arremete contra Biden en cuestiones que despierten el “sentimiento de hostilidad hacia los inmigrantes” con el apoyo de la fiscal general de la Florida, Ashley Moody, quien anunció una demanda judicial contra los responsables de inmigración para neutralizar los cambios hechos en la política migratoria, realizados por DT. 

Foto: EFE

"Nuestro país está siendo destruido en la frontera sur, algo terrible de ver", aseguró Trump en un comunicado divulgado por su oficina desde Palm Beach (Florida), donde tiene su residencia, y subrayó que si no fuera por los retrasos que provocaron los demócratas desde el Congreso, el muro (en la frontera de México) ya estaría terminado y funcionando "magníficamente", lo cual evidencia la proyección de los ataques contra la administración de Biden, en cuanto a la efectividad de la política migratoria, que pudiera ser utilizada en la campaña para las elecciones de medio mandato presidencial de 2022, donde los republicanos intentan recuperar el control de la Cámara de Representantes, presidida por Nancy Pelosi, quien aseguró (recientemente) que “el enemigo está dentro (de la Cámara de Representantes), quieren llevar armas al pleno de la Cámara Baja y amenazado con violencia a otros integrantes del Congreso”, al hacer referencia a la posición republicana en el Congreso de la Unión. 

Después de la convocatoria de Donald Trump para el asalto al Capitolio, con un saldo de cinco víctimas mortales y la complicidad de funcionarios de su gobierno, el asedio continúa y la imagen de fortaleza sitiada que ofrece la sede de la administración del señor Biden, demuestra que la amenaza está presente y basta solo un punto de ignición para completar el proceso, asumir el control total del poder del gobierno por los republicanos.

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