Foto: Tomada de Cubadebate

De burla a la sensibilidad humana y al intelecto de los hombres de buena voluntad del mundo puede catalogarse la nominación al Premio Nobel de la Paz del magnate presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.

La actual administración estadounidense es precisamente la que mayor incremento de la violencia y la segregación racial sustenta en su país, además de la amplia diseminación de bases militares, efectivos y medios de combate e intervención que mantiene en todas las latitudes del orbe.

Solo de irónica puede calificarse la nominación de Trump, el dignatario que violando la autodeterminación de las naciones invade tierras de otros países como Siria, y emplea métodos criminales de bloqueo, sanciones y asedios contra todo aquel que en política, le adversa.

¿Qué se tuvo en cuenta para proponer tal absurdo?

Quizás su record de quebrantos a organizaciones y acuerdos internacionales refrendados por Naciones Unidas. Su salida con pretextos oportunistas e infundados de la Organización Mundial de la Salud, a pesar que su territorio sigue teniendo un alto grado de contagios y fallecimientos por la pandemia de COVID-19 debido a su morosidad a inicios de conocerse, oficialmente por la OMS, la trasmisión del virus.

Posiblemente los expertos que le propusieron al galardón obviaron su arrogancia e irrespeto al medioambiente, a los acuerdos de la ONU sobre Palestina, así como el espaldarazo a sus aliados de Europa con el caso nuclear de Irán dispuesto por las partes con anterioridad.

También se debe haber reflexionado sobre el maltrato ofrecido por esa Administración a los migrantes, niños separados de sus padres y aislados en lugares sin la debida protección y sensibilidad que precisan los infantes. Igualmente el señor Trump gusta de erigir muros como el de la frontera con México y azuzar conflictos bélicos y actos subversivos entre Colombia y Venezuela, apoyando a ineptos líderes que promueven Golpes de Estado e injerencias foráneas como el autoproclamado y desacreditado Juan Guaidó en la República Bolivariana.

Los cubanos son víctimas del bloqueo más criminal y largo de la historia protagonizado por Estados Unidos el cual limita de alimentos, medicinas y recursos económico-financiero­s a millones de habitantes, y no solo ello ocurre en la nación caribeña, sino además en otras tierras del mundo, también asediadas con prácticas antihumanas por parte de Washington.

Esta nominación dista mucho de lo que la humanidad espera de un verdadero Premio Nobel de la Paz, ese que la brigada Henry Reeve sí merece por cuanto sus médicos y enfermeros solo aportan Salud y vida, a diferencia de Trump que invade al planeta con militares y maquinaria de muerte en busca de apropiarse de recursos de otros pueblos.