La unidad de la mayoría del pueblo argentino en torno a las figuras de Alberto y Cristina Fernández posibilitó el triunfo contundente del Frente de Todos en la República Argentina.
Resultó insostenible para los argentinos la política neoliberal salvaje instrumentada por el gobierno de Mauricio Macri el cual acrecentó la brecha entre ricos y pobres, aumentó el nivel de desempleo y pobreza en ese país.
Triunfó la estrategia económico-social inclusiva que defienden Alberto y Cristina, contra las medidas de ajuste brutales del régimen saliente. Así mismo los ciudadanos decidieron, mayoritariamente, apostar a la esperanza ante el colosal endeudamiento externo y el aumento de las precarias condiciones de vida de gran parte de la población.

Los estudiantes, obreros, campesinos y también intelectuales y propietarios de pequeñas y medianas empresas se aglutinaron alrededor del Frente (proyecto progresista) para entre todos salvaguardar la nación cada vez más expoliada por el capital foráneo y la oligarquía en el poder.
La victoria del Peronismo significa que la unidad es la fuente de la fortaleza del pueblo y única manera de solucionar los graves problemas que confronta la nación.
El nuevo gobierno de los Fernández tendrá un inmenso desafío para alcanzar la estabilidad social y económica interrumpida con el macrismo. Las finanzas del país están muy dañadas por las políticas abusivas y expoliadoras de los últimos cuatro años en esa nación.
La República de Argentina tendrá que renacer de las cenizas en que las ha dejado el gabinete de Mauricio Macri el cual legisló para el gran capital e intereses extranjeros. Existe voluntad política por parte de los Fernández y apoyo popular para levantar una vez más a la Patria de Perón y Kirchner.