La contrarrevolución cubana radicada en Miami con el ignominioso pretexto de recaudar fondos e invertir presupuestos en campañas subversivas y propagandísticas contra la Mayor de las Antillas también ha lucrado durante años con el dinero de los contribuyentes, y del gobierno de Estados Unidos.

Y todo indica que la historia se repite una y otra vez. No solo con Cuba, sino con otros países soberanos de la región. Según informaciones acopiadas y divulgadas en medios de comunicación en el exterior, la oposición venezolana con el señor Juan Guaidó, (autoproclamado de manera ilegal presidente interino) hoy al frente del golpismo, viene incurriendo en el robo de fondos a través de la tan cacareada “ayuda humanitaria” la cual ha quedado fehacientemente desenmascarada al pretender imponer la violencia y desestabilizar esa nación.

Resulta vergonzoso el rol de esa derecha maltrecha en Venezuela que se apropia de recursos del pueblo, al tiempo que muestra su verdadera cara delictiva y antipatriota, atreviéndose además a pedir a una potencia foránea como Estados Unidos, una intervención militar. ¿Qué tipo de membresía existe en el Partido Voluntad Popular de Guaidó el cual además de promover guerras económicas, acciones terroristas, golpes de Estado y hurtos, estimulan las invasiones extranjeras?

Con el asedio constante de la administración de Donald Trump con sus allegados expertos en falacias y shows mediáticos como Marco Rubio, Pompeo, Burton y compañía, la inmensa mayoría de los venezolanos han cerrado fila alrededor del legítimo gobierno bolivariano, ganando en conciencia ciudadana y asumiendo la decisión de defender la democracia de paz, apostar al desarrollo, y sustentar la independencia de la Patria.