Es una planta de la familia del hinojo y el perejil. Aparece como planta silvestre en lugares húmedos;
como hortaliza es muy versátil y se encuentra cultivada en muchos países del mundo. Tiene propiedades
sedantes, diuréticas, ligeramente laxantes, aperitivas, digestivas, remineralizantes, depurativas,
regeneradoras de la sangre, antiinfecciosas y cicatrizantes. Además, esta planta es de gran ayuda para formar el esmalte dentario, eliminar el exceso de ácido úrico y de cálculos renales, combatir las enfermedades hepáticas, y para mejorar la memoria.
El apio facilita el funcionamiento de los riñones y es un excelente depurativo porque elimina sustancias
de desecho con la orina.
Posee características antibacterianas y como purificador de la sangre ayuda a diabéticos en el metabolismo.
Al comerlo crudo, su abundancia en fibra obliga a masticarlo bien y proporciona sensación de saciedad, con un bajísimo valor calórico. Los diversos compuestos del apio, como los flavonoides, ayudan en la renovación de las articulaciones y el tejido conjuntivo. Favorece la secreción de saliva y jugos gástricos. Sus aceites esenciales ayudan a controlar la hipertensión, pues ejerce un efecto dilatador sobre los vasos renales y, de esta manera, aumenta el volumen de orina, lo que favorece la eliminación de agua y de sustancias tóxicas.
Aporta sustancias que protegen la piel y se activan con la luz ultravioleta, aumentando la disponibilidad de células productoras de pigmento en la superficie de la piel.
Muy interesante Muchas gracias