Té de ajo para la hipertensión: El ajo es conocido por sus propiedades beneficiosas para la salud cardiovascular. Se cree que ayuda a reducir la presión arterial.
Aquí está cómo preparar un té de ajo: Un diente de ajo (pelado y triturado), una taza de agua (250 ml, jengibre rallado (opcional, para potenciar los efectos). Hierve el agua en un recipiente, agrega el ajo triturado y el jengibre (si lo deseas) en cuanto comience a hervir. Deja infusionar durante cinco minutos. Retira del fuego. Agrega miel para mejorar el sabor. Procura tomarlo caliente.
Té de pasiflora: Es una planta que se ha utilizado tradicionalmente para calmar la ansiedad y mejorar el sueño. También puede ayudar a controlar la hipertensión. Una bolsita de té de pasiflora o una cucharada de la planta seca (15 g), una taza de agua (250 ml). Hierve el agua. Introduce la bolsita de té de pasiflora o la planta seca en la taza. Vierte el agua caliente sobre la pasiflora. Deja reposar. No tomes más de una taza al día, y es mejor preparar solo la cantidad necesaria.