Agua de arroz: es un remedio tradicional que puede ayudar a reponer los líquidos y los electrolitos perdidos, y a regular el tránsito intestinal. Para prepararlo, cocina una taza de arroz en tres tazas de agua. Cuando el arroz esté cocido, cuela el líquido y deja que se enfríe. Bebe pequeñas cantidades de esta agua de arroz durante el día.

Infusiones de manzanilla, jengibre o menta: son plantas medicinales que tienen propiedades antiinflamatorias, antiespasmódicas y digestivas, que pueden ayudar a calmar el dolor de estómago, a reducir las contracciones intestinales y a favorecer la eliminación de los patógenos causantes de la diarrea. Para prepararlas, solo tienes que hervir una taza de agua y añadir una cucharadita de la planta seca o fresca. Deja reposar unos minutos, cuela y bebe varias veces al día.

Probióticos: son microorganismos beneficiosos que ayudan a restaurar el equilibrio de la flora intestinal, que puede verse alterada por la diarrea. Los probióticos pueden mejorar la digestión, fortalecer el sistema inmunológico y prevenir las infecciones. Puedes encontrarlos en alimentos como el yogur.

Fuente: Medicina verde