Un baño de pies con agua y sal marina: este remedio sirve para reactivar la circulación sanguínea y reducir la hinchazón. Solo tienes que llenar un recipiente con agua tibia y agregar dos cucharadas de sal gruesa. Luego, sumerge tus pies en el agua y masajéalos durante 20 minutos. Después, aplica agua fría y una crema hidratante.

También con agua y aceite esencial de menta: este remedio es muy relajante y refrescante, ya que la menta tiene propiedades antiinflamatorias y analgésicas. Solo tienes que añadir unas gotas en el agua tibia y sumergir tus pies durante 20 minutos. También lo puedes aplicar como compresa sobre los pies.

Con agua y jengibre: este remedio es muy bueno para aliviar el dolor y la inflamación, ya que el jengibre tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. Solo tienes que rallar o moler un poco de jengibre y añadirlo al agua hirviendo. Cuando el agua esté tibia, sumerge tus pies durante 20 minutos.

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