Los remedios caseros se han ido transmitiendo de generación en generación, y la mayoría se siguen utilizando en la actualidad. Además, con el tiempo, estos remedios han demostrado ser muy eficaces para combatir diversas dolencias.
A continuación, cinco sencillos remedios que se pueden utilizar con nuestra hortaliza favorita, el tomate natural.
Para el acné: Hay que cortar en varias rodajas el tomate natural y aplicarlas sobre la zona infectada del rostro durante 30 minutos aproximadamente. Una vez terminado el tiempo, se debe enjuagar la cara con agua fría. Este proceso se debe repetir unas dos veces al día.
Picaduras de insectos: El tomate natural, en rodajas, se debe colocar en la zona infectada durante unos minutos. Previamente se debe quitar el aguijón que ha dejado la avispa.
Dolor de garganta: Mezclar el jugo de dos tomates crudos con un diente de ajo machacado y con 250 ml (aproximadamente) de agua tibia, y realizar una serie de gárgaras para aclarar la garganta. Este proceso se debe repetir varias veces al día, mínimo 3.
Quemaduras solares: Cuando la quemadura es muy reciente se puede tanto aplicar el jugo como colocar rodajas frías de tomate sobre las zonas afectadas. Esta acción suele ayudar a disminuir el enrojecimiento.
Si tiene resaca: Debido a su efecto rehidratador un buen vaso de jugo de tomate alivia los síntomas de la resaca, al ayudar al cuerpo a quemar el alcohol y eliminarlo de nuestro sistema.
Como ven el tomate es una hortaliza maravillosa, pues además de ser exquisito en ensaladas, y platos variados, rico en vitaminas y nutrientes, también es excelente para remedios de las abuelas que aun hoy agradecemos.
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