Es una especie de flor perteneciente a la familia asteraceae. Se distingue por ser una planta herbácea y perenne que crece y se desarrolla con mucha facilidad en climas templados. Además, es sumamente apreciada por los agricultores por su facilidad de reproducción y porque crece de manera rápida y efectiva.

Si bien, posee un gran número de propiedades estas no son popularmente conocidas, por lo que suele ser tradicionalmente utilizada como una planta ornamental debido a sus flores.

Existen dos tipos diferentes de flores de diente de león, según la subespecie de esta, pero ambas se caracterizan por poseer flores de un color amarillo brillante.

Ha sido muy utilizado en el tratamiento de afecciones estomacales, gases, dolor articular, eccemas y erupciones o ciertos tipos de infecciones, sobre todo infecciones virales.

Esta planta suele ser añadida en ensaladas, sopas, vinos e infusiones y en muchos lugares la raíz tostada del diente de león es utilizada como un sustituto del café.

¿Para qué sirve? Usos y propiedades

La medicina tradicional ha utilizado esta planta en el tratamiento de diversas condiciones físicas, afecciones y enfermedades. No obstante, no todas ellas han podido ser respaldadas por la evidencia científica. Actualmente, los estudios en laboratorios intentan determinar cómo utilizar las diferentes propiedades del diente de león para tratar varias patologías físicas de una forma más natural.

Entre los principales usos y propiedades del diente de león encontramos los siguientes:

Mejora de la salud de los huesos: El diente de león es una planta rica en calcio y el calcio es un mineral básico en el desarrollo y fortalecimiento de los huesos. Además, también es rico en vitamina C y luteolina, dos antioxidantes que protegen a los huesos del deterioro asociado a la edad.

Tratamiento para alteraciones hepáticas: El extracto de diente de león es tradicionalmente conocido por sus beneficios para el hígado. Los antioxidantes anteriormente mencionados favorecen el buen funcionamiento del hígado y lo protegen contra el envejecimiento. Estimula el funcionamiento del hígado y ayuda a la digestión. Una digestión adecuada reduce el riesgo de aparición del estreñimiento y de problemas gastrointestinales graves.

Ayuda a controlar la diabetes: Se ha comprobado que el zumo o concentrado de diente de león puede estimular la producción de insulina en personas diabéticas, manteniendo así unos niveles bajos de azúcar en sangre. Además, gracias a sus propiedades diuréticas, este aumenta la necesidad de orinar en pacientes diabéticos, lo que ayuda a eliminar el exceso de azúcar del organismo.

Para las afecciones de la piel: La savia que se extrae del diente de león resulta un tratamiento natural y eficaz para aquellas afecciones o enfermedades de la piel causadas por infecciones bacterianas y fúngicas. El motivo es que posee propiedades alcalinas, germicidas, insecticidas y fúngicas. Aunque se debe tener especial precaución en el contacto con los ojos, la savia extraída, puede ser aplicada en eccemas, picores y comezones sin riesgos de efectos secundarios.

Tratamiento del estreñimiento: El alto contenido en fibra del diente de león lo convierten en una ayuda muy beneficiosa para la una digestión y salud intestinal adecuada. La fibra estimula en funcionamiento intestinal y reduce las posibilidades de estreñimiento y diarrea.

Previene la anemia; El diente de león tiene niveles relativamente altos de hierro, vitaminas y un alto contenido de proteínas. Mientras que el hierro es una parte esencial de la hemoglobina de la sangre, la vitamina B y las proteínas son la base de la formación de glóbulos rojos y otros componentes de la sangre. Por lo tanto, el diente de león puede ayudar a las personas anémicas a mantener esta condición regulada y bajo control.

Regula la presión arterial: Finalmente, y siguiendo con las propiedades diuréticas del diente de león, el aumento de la micción es una forma efectiva de reducir la presión arterial. El jugo de diente de león aumenta la micción tanto en cantidad como en frecuencia. Por lo tanto, ayuda a reducir la presión arterial alta.

Además, la fibra en el diente de león también es útil para reducir el colesterol y, por lo tanto, ayuda a reducir la presión arterial, ya que el colesterol es uno de los factores que aumentan la presión arterial.

¿Cómo se puede utilizar?

Té de diente de león: Una cucharada de sopa de la raíz de diente de león triturada; 200 ml de agua. Para preparar el té, vierta el agua hirviendo sobre la raíz triturada y dejar reposar durante 10 minutos. Colar y beber tibio hasta 3 veces al día. En caso de problemas gastrointestinales se debe tomar este té antes de las comidas.

Jugo de diente de león: Hojas nuevas; agua de coco. Coloque las hojas en una licuadora, agregue agua de coco, bata y beba tres veces al día. Generalmente, las hojas de diente de león tienen un sabor amargo y por eso se deben usar las más nuevas, que tiene un sabor menos intenso. Asimismo, se pueden mezclar otros ingredientes, como jugo de manzana, menta y jengibre, por ejemplo, para mejorar el sabor e impartir más propiedades a este jugo.

En forma natural: También se puede usar en su forma natural para cocinar. Como es una planta segura para el consumo, el diente de león se puede usar para preparar ensaladas, sopas e incluso algunos postres.

Contraindicaciones

No debe ser utilizado en personas que son hipersensibles a esta planta, que sufren de obstrucción de los conductos biliares u oclusión intestinal. Además, no debe usarse en el embarazo.

Posibles efectos secundarios

Aunque es raro, puede provocar trastornos gastrointestinales o reacciones alérgicas.

Y, como siempre aconsejamos, consulte a su médico. 

Foto: Mejor con salud

Fuente: Mejor con Salud y Vida Sana.