Al igual que muchas otras hierbas, el azafrán se puede preparar como té. Aunque es una especia muy costosa, es una fuente de diversos beneficios para tu salud.

Beneficios:

Antidepresivo: El azafrán recibe el sobrenombre de «sabor del sol». Esto no se debe a su color, sino a que se cree que esta especia tiene propiedades que mejoran tu humor. De hecho, un estudio realizado encontró que el azafrán puede ser tan efectivo como el fármaco fluoxetina en el tratamiento de la depresión leve o moderada. En la depresión de adultos mayores de 18 años se descubrió que mejora los síntomas incluso en trastornos depresivos mayores. Esto hace que sea un buen complemento en el tratamiento de la depresión.

Mejora la salud del corazón: Tiene muchos componentes químicos diferentes. Algunos de ellos pueden ayudarte a reducir la presión arterial y a protegerte de las enfermedades del corazón.

Mejora tu memoria: Contiene crocina y crocetina, dos carotenoides que pueden ayudar al aprendizaje y la memoria. Por este motivo, el té de azafrán es un buen aliado en el tratamiento en enfermedades que afectan al cerebro como el Alzheimer y el Parkinson.  

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Prevención del cáncer: Gracias a sus altos niveles de antioxidantes, ayuda a tu cuerpo a resguardarse de sustancias nocivas que pueden afectar a las células y ocasionar diversos tipos de cáncer. Por otro lado, al ser rico en flavonoides, ayuda a protegerse de las afecciones causadas por hongos y enfermedades de distinto tipo. Se ha demostrado que el azafrán reduce la posibilidad de que el colesterol malo cause daño en los tejidos. Se cree que se debe a que sus antioxidantes tienen efectos protectores cuando se trata de enfermedades del corazón.

¿Cómo prepararlo?

El té de azafrán se puede preparar fácilmente agregando la especia en agua caliente. Sin embargo, si no se tiene cuidado, puede tener un sabor muy fuerte y amargo. Puedes mezclarlo con hojas de té verde o añadir otras hierbas o especias para mejorar su sabor. Esto puede variar, pero, generalmente, siempre implica agua hirviendo en una olla y, por supuesto, el azafrán.

Pero no lo olvides, siempre consulta a tu médico, en especial si padeces enfermedades crónicas, la especia es una ayuda, no un sustituto.