El jengibre es una planta medicinal muy popular, no sola por su uso como condimento y aromatizante en la cocina, sino por sus magníficas propiedades nutricionales. Por eso, desde hace 2000 años se convirtió en uno de los ingredientes principales en la Medicina Tradicional China, aunque cada vez se utiliza más en la cultura occidental. 

Consiste en una planta perteneciente a la familia de las zingiberáceas, cuyo tallo subterráneo (su rizoma o raíz) es en realidad el principal elemento y el más valorado por su delicado aroma y su sabor picante, siendo precisamente la parte de la planta más utilizada tanto en la cocina, ya sea como especia, seco o en polvo, o como aperitivo, o desde el punto de vista medicinal. 

Se dice que muchas de sus propiedades beneficiosas provienen de uno de sus componentes principales, el gingerol, que entre otras cosas mejora el movimiento gastrointestinal. Esta es probablemente la principal propiedad del jengibre, por ello en la comida asiática se usa como acompañante de multitud de platos. 

La raíz, especialmente rica en hidratos de carbono y grasas, aporta una excelente cantidad de aminoácidos, vitaminas y minerales. Además, presenta un alto contenido en flavonoides, ácido oxálico, curcumina, entre otros compuestos y aceites esenciales. 

Contiene entre un 40 y 50 % de Hidratos de carbono. Entre un 6 y 8% de grasas, principalmente de ácidos grasos esenciales. Aminoácidos: arginina, leucina, asparagina, histidina, lisina, metionina, treonina, tirosina, triptófano, valina, glutamínico y ácido aspártico. Vitamina C y niacina. Minerales como el fósforo, silicio, zinc, boro, cromo, manganeso y cobalto. Además flavonoides y ácido oxálico. 

Estimula el funcionamiento del páncreas, aumenta la producción de enzimas que favorecen la digestión y ayuda a absorber mejor ciertos nutrientes de los alimentos. Regenera la flora intestinal y es especialmente útil para combatir las úlceras de estómago y duodeno, diarreas, estreñimiento, gases, etc. Su eficacia contra las úlceras se debe a su capacidad para neutralizar el exceso de ácidos gástricos. Además, dicen que tienen propiedades adelgazantes y afrodisiacas. 

Funciona como un antibiótico natural, por lo que puede eliminar bacterias como la Helicobacter pylori, responsable de la aparición de úlceras, o la Escherichia coli, responsable de muchos casos de gastroenteritis. 

Es útil para el buen funcionamiento del sistema respiratorio. Al ser un excelente expectorante que ayuda a eliminar mucosidades y a abrir los bronquios puede curar la gripe. 

Favorece la circulación sanguínea, por lo que tiene la capacidad de disolver trombos y su consumo disminuye las probabilidades de padecer enfermedades cardíacas. Es un excelente regenerador de tejidos. 

Su consumo reduce de manera significativa el colesterol malo (LDL) y a su vez tiene poderosos antioxidantes que contribuyen en la propagación del colesterol bueno (HDL). Combinado con cebolla y ajo, estos efectos se potencian. 

Es útil como analgésico. Con este fin, se emplea en forma de cremas, emplastos y aceite esencial. Es muy eficaz en traumatismos, dolores reumáticos, artrosis, artritis, o dolores menstruales.  

Es muy eficaz para tratar mareos y vómitos de todo tipo. Por ello se recomienda tomar un té de jengibre de 2 a 3 horas antes de comenzar un viaje. Y es una opción natural para aliviar las náuseas propias del embarazo. 

Se dice que también es efectivo contra las náuseas provocadas por la quimioterapia, evitando los efectos secundarios de los compuestos químicos que se usan habitualmente. Pero no se debe tomar con el estómago vacío, y siempre es recomendable consultar un especialista. 

El jengibre se puede consumir en cocimientos, tisanas, infusiones, en jarabes, en pequeñas dosis mezclado con otros alimentos. En la cocina puede ser utilizado para la elaboración de salsas, aliñar ensaladas o sazonar carnes. 

Infusión o té 

Hervir un litro de agua, y cuando entre en ebullición, añadir un trozo de raíz de jengibre fresca. Apagar la candela, tapar, y dejar en reposo 5 minutos. Finalmente colar, endulzar al gusto. 

Principales contraindicaciones del jengibre 

Embarazo y lactancia: Por un lado, aunque el jengibre ayuda a aliviar las náuseas, en el embarazo puede causar acidez estomacal y somnolencia. Durante la lactancia, no ha sido probada su seguridad para el bebé.

Cálculos renales o biliares: Dado que el jengibre estimula tanto los riñones como la vesícula biliar, no se recomienda su consumo en caso de tener piedras en la vesícula o en los riñones, o en caso de tener antecedentes. 

En cualquier caso se debe consultar un especialista en nutrición. 

Referencias 

- Jengibre: propiedades y beneficios, y para qué sirve 

- Propiedades medicinales y curativas del jengibre