Diario de un loco es un relato breve del escritor chino Lu Xun (también conocido como Lu Sin o Lu Hsun) publicado por la Editorial Arte y Literatura. Es considerado por los críticos una suerte de “declaración de guerra” contra la sociedad feudal china. Se ha dicho que con este cuento su autor dio origen a la literatura moderna en su país. Por otro lado, es una crítica a la sociedad confuciana, la cual a pesar de la caída de la dinastía seguía dominando la vida espiritual de China.

Escrito como su título reza, en forma de diario, casi de forma delirante su protagonista confiesa sentir que todos a su alrededor, los más allegados, quieren comérselo. Los cree caníbales. Lo que comienza como una exageración, a medida que avanza el texto va tomando abrumadoramente significado para acabar en un tono de desconcertante esperanza.

Cuando se es capaz no solo de poner tanto en pocas palabras, sino de hablar de cosas tan actuales, es posible estar frente a un clásico en toda la extensión de la palabra. Diario de un loco evoca una vez más a la figura del contracorriente, al diferente, a ese que no sigue las normas, quien decide negar su propia historia y alejarse de lo “correcto”.

Contada en su totalidad por un narrador en primera persona, la historia es apoyada por algunas evidencias históricas y folclóricas que convierten la ingestión de carne humana (el canibalismo), no ajeno del todo de la cultura china, en el principal simbolismo que escoge el autor para hablar de romper con las viejas costumbres y tradiciones culturales, las cuales pueden ser tan dañinas para la sociedad cuando se reproducen sin cuestionarse ni entenderla, dando por sentado su legitimidad por tener un sentido ancestral.

Es un relato con un ritmo apasionante y desesperado, como dice, nos enseña que hemos vivido años en un mundo que se devora a sí mismo. Sin embargo, una luz de optimismo nos queda al cerrar el libro con aquella frase inolvidable de: “¡Salvad a los niños…!”.