IX

Cuando el tiempo se ponga

de por medio

y camines por una calle cualquiera del mundo,

no dejes de pensar

que todavía me estarán pesando

aquellos lugares

que nunca visitamos.

(Las visitas, Ediciones Extramuros)

Este cuaderno de poemas nació después de un paseo que hiciera la entonces joven estudiante de Letras Hispánicas, Mirta Yáñez, junto a sus compañeros de Historia del Arte, por La Habana Vieja. El libro refleja la temprana madurez literaria de su autora y, en esta ocasión, se suma a los homenajes por el Aniversario 500 de la fundación de la ciudad.

Alguien vive la ciudad o la ciudad vive en alguien, ella es paisaje de fondo y a la vez protagonista. El poemario plasmado desde una breve estructura de inicio-nudo-desenlace, cuenta una anécdota plural y personal.

Cada poema capta la sensación del momento, es un elogio a la circunstancia, a la emoción, al sentimiento, una instantánea citadina donde podemos ver la irradiación propia de cada sitio, el olor y espíritu de cada cimiento y piedra, así como del amor y la añoranza de quienes la habitan.

Un hecho aparentemente vacuo nos obliga a seguir leyendo sin parar hasta el final. Queremos saber quién acompaña a la autora, eso que ha perdido o simplemente descubrir su relación con la ciudad.

A partir de nuestra relación con los espacios, Yáñez se apropia del conocimiento común de la urbe y nos vuelve cómplices, casi de forma inmediata, de una historia inherente a todos.

Una plaza, un patio, una avenida son zonas de búsqueda, exploración y viaje, suerte de hilo conductor durante toda la obra; de igual forma, la eternidad, la atemporalidad y el tiempo: la profundidad y lo latente de las cosas por mucho tiempo quietas.

Las visitas, cual vitral, filtra las luces vivenciales de su artífice y con ellas alcanza las de cualquier lector-habitante de La Habana para asegurar cada mañana que no todo ha sido un sueño.