La enigmática escritora Dulce María Loynaz nos devuelve un poco más de su vida a través de los entresijos de su obra. En esta ocasión Zaida Capote Cruz regala Loynacianas un libro de ensayo y crítica literaria, publicado por Ediciones Extramuros que pretende ir más allá y lo logra.
Este volumen es fundamentalmente un recorrido por la obra narrativa de ficción y no ficción de Dulce María. Conoceremos la labor de traducción que la Premio Cervantes hiciera a la novela epistolar Ella no responde, de la candidata italiana al Nobel de Literatura Matilde Serao.
Este ensayo pone a dialogar también la obra de la Loynaz con otras de importante estatura como las de Alejo Carpentier, Gabriela Mistral, Ofelia Rodríguez Acosta o Renée Méndez Capote, entrecruzando la relación personal que pudieron mantener algunas de estas figuras con la poetisa.
Destaca los análisis de las obras Jardín y Los pasos perdidos como Novelas de la Tierra, donde afloran aspectos importantes sobre la Novela Regionalista en la literatura. Es además un acercamiento a su libro de viajes Un verano en Tenerife, como pretexto para mostrar el amor que profesó la escritora a las Islas Canarias y contraponerlo a otro libro de viajes no tan conocido, Europa era así de Ofelia Rodríguez.
Fe de vida, a su vez, se verá contrastada ante Memorias de una cubanita que nació con el siglo de Renée Méndez Capote, ambos volúmenes muestran desde una visión personal y sumamente crónica, la época republicana, desde formas muy diferentes.
La investigación desentraña a la mujer-escritora a la zaga contenida por mucho tiempo en la sombra de sus cartas, en sus diarios íntimos, notas, pliegues e incertidumbres que Capote desempolvó en libretas y otros manuscritos que parecieran embargados a la otredad.