La revista “Tricontinental” en su primera edición en abril de 1967 en forma de folleto como suplemento especial reflejó un importante mensaje a los pueblos del mundo, con reflexiones y valoraciones del Comandante Ernesto Che Guevara.
El 8 de octubre se conmemora un aniversario más de la desaparición física, en 1967, del Che, cuando luego de capturado herido, fue asesinado en Bolivia tras órdenes de la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos, CIA, que quiso borrar, sin lograrlo, el símbolo que representa el Che para los pueblos oprimidos, y colonizados del mundo.
Sin embargo, a pesar de su muerte, sus ideas se agigantaron y su ejemplo sigue constituyendo faro y guía de varias generaciones de cubanos, latinoamericanos, y ciudadanos de otras latitudes del orbe, conscientes de que el imperialismo es el causante principal de las agresiones contra naciones soberanas, así como máximo responsable de las profundas desigualdades, la miseria extrema, y la sed de dominio y expoliación de recursos en países pobres del Sur. El campo de explotación del imperio, decía el Che, abarcaba los tres continentes atrasados, América, Asia y África, y que cada país y continente tenía características propias.

Pero en el caso de América, que representa un conjunto más o menos homogéneo, en la casi totalidad de su territorio los capitales monopolistas norteamericanos mantienen una primacía absoluta, decía el Che, por ser favorecida ante gobiernos títeres o, en el mejor de los casos, débiles y medrosos, que no podían imponerse a las órdenes del amo yanqui, logrando entonces que los norteamericanos hayan llegado casi al máximo de su dominación política y económica en la región, lo que acentuó la brecha entre pobres, y ricos.
La política de dominación imperial se impuso con mayor fuerza en el siglo XX, con abominables invasiones como las acontecidas contra Santo Domingo, o masacres como las de Panamá y muchas otras que se suceden a lo largo de la historia de esa centuria.
Con pretextos de todo tipo, EE. UU. ha intervenido en los asuntos internos de otros pueblos; la guerra en Vietnam fue un episodio de crueldad imperial, -luego de la II Guerra Mundial-, sin precedentes, por la aplicación de métodos y armas de destrucción y muerte, toda una barbarie contra una heroica población que defendía su territorio, su independencia nacional.
El Che consideró que la lucha de Vietnam legó como enseñanzas, que el más grande de los poderes imperialistas siente en sus entrañas el desangramiento provocado por un país pobre y atrasado y su fabulosa economía se resiente del esfuerzo de guerra. Matar deja de ser, entonces, el más cómodo negocio de los monopolios, pues el amor a la Patria y un valor insuperable y a toda prueba es lo que tenían los vietnamitas, de ahí el empantanamiento del imperio en esa zona, frente al coraje y unidad de todo un pueblo.
Sin embargo, la codicia de centros de poder en los EE. UU, hoy orientan nuevas conflagraciones en diferentes latitudes, lo que puede ser muy peligroso para el futuro de la humanidad. El apoyo incondicional de Washington al genocidio en Gaza cometido por su aliado Israel, pone en riesgo la tan cacareada y requerida paz mundial.

Y de forma irresponsable y agravada hay despliegue militar, injustificado, y con burdos pretextos, en aguas del Caribe, zona declarada de paz por su Comunidad en pleno y vulnerada por los intereses hegemónicos de Norteamérica, cuestión avizorada por el Che de manera temprana, cuando expresó; “en el imperialismo no se puede confiar, ni un tantico así…”.
El también Guerrillero Heroico advertía desde los años 60 del pasado siglo, cómo las tropas yanquis estaban dispuestas a intervenir en cualquier lugar de América, según sus intereses. Esa visión queda demostrada con el accionar de Washington durante estos años, su intromisión y política intervencionista no ha cesado, y ha contado con la actitud entreguista y sumisa a la Casa Blanca de la Organización de Estados Americanos, OEA, que ha silenciado, y apoyado dictaduras militares atroces y golpes de Estado en varias naciones del continente, y omite el quebranto actual del derecho internacional por parte del gobierno de Donald Trump, que amenaza la paz regional con miles de huestes y medios estadounidenses en mares caribeños, que nada tienen que ver con la jurisdicción estadounidense, y son símbolo de chantajes, amenazas y asesinatos extrajudiciales, al agredir actualmente y peligrosamente, embarcaciones que transitan en la zona, sin previa investigación.

Desde entonces el Che concebía la necesidad de crear dos, tres, muchos Vietnam, pues valoraba que varios frentes de lucha podían debilitar la arrogancia y maldad de un imperio que no saciaba sus ambiciones de hegemonismo y poder ilimitado, y comprendía el valor de la unidad de los pueblos, frente a los invasores.
Los tiempos han cambiado, muchos países han encausado nuevas maneras de alcanzar su desarrollo sin la injerencia de Washington en sus asuntos internos. El mundo apuesta por un mayor multilateralismo, con la creación de un nuevo orden mundial, global, pero más justo, solidario y basado en la paz y el respeto a la autodeterminación de las naciones.

Es hora, en pleno siglo XXI, de que cesen las piraterías marítimas y aéreas, así como las expoliaciones de recursos de otros países, Y prevalezca una paz plena y duradera, capaz de elevar la dignidad humana a su estadio más alto.
¡Basta de agresiones, chantajes y bloqueos! El mundo merece la oportunidad de vivir en armonía, sin amos, ni odiadores.
Y hoy recordamos las sabias y esclarecedoras palabras del Che, cuando comprendiendo que arriesgaría su vida por la justa causa de la libertad de otro pueblo oprimido, predijo:
“Toda nuestra acción es un grito de guerra contra el imperialismo y un clamor por la unidad de los pueblos contra el gran enemigo del género humano: los Estados Unidos de Norteamérica. En cualquier lugar que nos sorprenda la muerte, bienvenida sea, siempre que ése, nuestro grito de guerra haya llegado hasta un oído receptivo y otra mano se tienda para empuñar nuestras armas, y otros hombres se apresten a entonar los cantos luctuosos con tableteo de ametralladoras y nuevos gritos de guerra y de victoria”.
Otras informaciones:
Pueblo cubano rinde tributo a víctimas del Crimen de Barbados