El Padre de la Patria Carlos Manuel de Céspedes iniciador de las gestas independentistas, la Guerra de los Diez Años, en el siglo XIX frente al colonialismo españo fue un cubano íntegro. Entonces la Metrópoli mantenía a la Isla subyugada, limitando los derechos y las posibilidades de desarrollo económico de los criollos.
Nacido el 18 de abril de 1819 en Bayamo, extremo oriental del país, Céspedes fue un importante líder político, abogado, periodista, poeta, más otras notorias aptitudes con inquietudes revolucionarias. Aportó la ética del independentismo lo cual para su época es considerado una corriente de pensamiento progresista, emancipador.
Además de insigne patriota y precursor de la soberanía de Cuba es también pionero en concebir la abolición de la esclavitud, y fue responsable de la realización del Manifiesto del Diez de Octubre, pliego que presenta los objetivos y causas por las que los cubanos decidían defender su tierra con las armas.
Con el Grito de Yara, Céspedes inició la contienda del 1868 dando la libertad a sus esclavos durante el alzamiento en La Demajagua, sumándolos a la epopeya redentora.

Participó en múltiples combates y era proclive al empleo de la lucha irregular y del fomento de expediciones armadas. Fue Representante de la Asamblea de Guáimaro y Presidente de la República de Cuba en Armas, de 1869 a 1873. Las diferencias de estrategia, actitudes regionalistas y caudillistas, llevaron a situaciones de desunión entre las fuerzas insurgentes, y es destituido de la Presidencia. Y ante ese hecho, Céspedes expresó; “En cuanto a mi deposición he hecho lo que debía hacer. Me he inmolado ante el altar de mi Patria en el templo de la ley. Por mí no se derramará sangre en Cuba. Mi conciencia está muy tranquila y espera el fallo de la Historia…”.
Luego de su destitución y con una historia de lucha y entrega infinita a la causa de la independencia se traslada solo y sin escolta a San Lorenzo, región apartada del oriente, y es sorprendido por huestes españolas, y en desigual batalla muere el 27 de febrero de 1874. Pero hasta sus últimas consecuencias se mantuvo en pie de lucha por la defensa de la Patria, a la cual dedicó su fecunda vida.
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Céspedes, gigante de ideas revolucionarias y convicciones patrióticas