El 22 de enero de 1869 pasó a formar parte de la historia de Cuba un lamentable suceso acontecido en el emblemático Teatro Villanueva.

En ese sitio, entonces situado en la calle Morro, entre Refugio, de la Merced, y Vidrios, Lagunas Secas, Canteras, en La Habana, se produjo un ignominioso hecho que tuvo profunda connotación nacional por el comportamiento bárbaro, y sangriento del mismo.

Ese día se efectuaba una función de la compañía Bufos Habaneros y en ese contexto, al escucharse como parte del texto narrado en la representación de “Perro huevero, aunque le quemen el hocico…”, un personaje exclamó: ¡Viva la tierra que produce la caña!, lo cual estimuló al público presente, sediento de independencia, exclamar, vivas a Cuba libre.

Los anhelos de emancipación del pueblo cubano se demostraron, cuando participantes a la puesta en escena que sentían la necesidad de libertad frente a los colonialistas españoles, y recién iniciada meses antes la gesta del 68, de manera emotiva gritaron; ¡Viva la independencia, Viva Cuba Libre y Viva Céspedes! Pero ante los vítores de los simpatizantes de la emancipación, el represivo Cuerpo de Voluntarios, serviles a las autoridades españolas arremetieron salvajemente contra el público, asesinando e hiriendo a varios asistentes y provocando la muerte de tres personas.

Ante el crimen, los peninsulares incrementaron la violencia y persecución contra los simpatizantes del Ejercito Libertador, gran número de jóvenes intelectuales y amantes de la independencia fueron acosados y luego del tiroteo y cerco al teatro, los represores a punta de bayonetas continuaron, además, cobardemente y de manera infame, desgarrando vestidos y adornos de mujeres asistentes a la puesta en escena.

Así mismo, el empresario a cargo del teatro, además de multado fue amenazado al considerar los colonialistas que efectuaba actos sediciosos en la trama del espectáculo.

Ese trágico día que tuvo una importante repercusión por la crueldad impuesta como respuesta por parte de los lacayos e invasores del país quedó grabada en la memoria de los cubanos, y elevó el sentimiento anticolonial y de independencia de los criollos que no cejaron en el empeño de continuar luchando por la soberanía, durante décadas, luego de la Guerra de los Diez Años, sucedería la denominada Guerra Chiquita, y posteriormente la Necesaria de 1895, que finalmente dio al trasto con los colonizadores españoles.

Y en un marco de Republica Mediatizada como la surgida en 1902, luego de la intervención norteamericana en la contienda, el aguerrido pueblo cubano continuó batallando por la defensa de la Patria, la salvaguarda del legado de los mambises y demás próceres de la independencia, hasta conquistar la plena soberanía con la Revolución, en 1959.

Foto: Tomada de Radio Habana Cuba

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