El 20 de octubre se instituyó como Día de la Cultura Cubana en homenaje a la primera vez que se entonaron en el país las notas del Himno Nacional, “ La Bayamesa”, denominación inicial dada, ese día de 1868, por los pobladores de esa ciudad de Bayamo, y el insigne patriota y músico Perucho Figueredo.

Uno de los exponentes  principales del desarrollo de la cultura en el país fue el máximo líder de la Revolución Fidel Castro, quien desde los inicios del triunfo de 1959 se interesó por aunar voluntades dentro de la intelectualidad con el propósito de potenciar la salvaguarda de la identidad y cultura nacional.

Como antecedente a la concepción de la política cultural en la nación caribeña, pueden considerarse las reflexiones de Fidel durante los días 16, 23 y 30 de junio de 1961, en el salón de actos de la Biblioteca Nacional, intervenciones que trascendieron a la historia y fueron bautizadas como Palabras a los Intelectuales. Durante esos días estuvo reunida la vanguardia artística de la Isla, y se estableció con Fidel,  entonces Primer Ministro, un intercambio renovador y además de defensa de la soberanía, a la vez que expresaba que la Revolución mantendría un clima favorable de diálogo franco y abierto con los escritores, artistas, e intelectuales.

Esas Palabras resumían una etapa de la vida de la sociedad, y al mismo tiempo el nacimiento de la Política Cultural del país, en Revolución. Y en estos más de 60 años se ha logrado fomentar de manera notable, y trascendente, el avance de la Cultura en Cuba. 

Y no obstante a los diferentes enfoques y debates ideológicos que se han sostenido desde entonces( de los cuales no han estado exentos métodos sectarios y dogmas por parte de alguno que otro tecnócrata y burócrata en el complejo contexto socio-económico del país) a lo interno de la intelectualidad las ideas expuestas por el líder cubano en las históricas Palabras a los intelectuales, mantienen plena vigencia. Garantizan la creación como parte del crecimiento del pensamiento social que aunque puede ser polémico, resulta importante al propiciar el debate de las ideas que enriquece los proyectos, y siempre a modo constructivo, encaminado a la actualización y el perfeccionamiento del modelo de desarrollo socialista cubano, dentro de la Revolución.

A partir de la década de los 60 también, el movimiento cultural a lo largo y ancho del territorio alcanzó logros, antes inimaginables. Se fundó la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), en un complejo contexto político-ideológico, tras agresiones, a solo pocos meses de derrotarse la invasión mercenaria e imperialista por Girón,  y un considerable número de acciones hostiles y planes subversivos orientados a desarticular la Revolución. Y uno de sus propósitos esenciales era distorsionar la cultura de resistencia y victoria de los cubanos, ante los desesperados intentos de la contrarrevolución por destruir el naciente proceso y promover influencias foráneas, ajenas a las tradiciones culturales de la Isla.

Las manifestaciones del arte y la cultura fueron constituyendo desde entonces una significativa fortaleza, un bastión de ideas dentro de la sociedad cubana.

Con la Revolución surgieron las Escuelas de Arte, la de instructores, y se diseminaron Centros de Enseñanza Artística para todos aquellos adolescentes y jóvenes con vocación y aptitudes, sin distinción de clase, raza, ni privilegios otrora exclusivos de los hijos de las élites burguesas.

De igual manera se fundaron en las localidades y provincias módulos culturales ( bibliotecas, Casas de Cultura, museos, entre otros) de acceso a todos los ciudadanos. Y la política de Más Cultura en Revolución, permitió extender el arte, no solo a las ciudades, sino además a los lugares más recónditos del país.

La UNESCO ha reconocido los valores culturales enraizados en la Mayor de las Antillas, y algunos de sus estilos musicales han sido considerados Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, entre éstos; la rumba y el bolero, por solo mencionar algunos.

Nuestras escuelas de arte gradúan cada año a miles de jóvenes, y a pesar de las carencias y los obstáculos para adquirir recursos materiales y financieros que provoca el bloqueo económico de Estados Unidos, los valores, el prestigio y la calidad de la cultura cubana trasciende sus fronteras.

Los hombres y mujeres que durante estos años han contribuido al desarrollo de la política cultural del país en cualesquiera de sus manifestaciones, no solo han defendido la identidad nacional, sino también han coadyuvado al fortalecimiento de la conciencia social y la salvaguarda de la Patria.

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