La obra del Héroe Nacional de Cuba José Martí y el máximo líder de la Revolución Fidel Castro Ruz están estrechamente vinculadas en ideas y accionar emancipador.

Desde muy joven Fidel se inspiró en el conocimiento de los textos martianos y como dijese durante su encarcelamiento por los sucesos del Moncada, educó su mente en el pensamiento del Apóstol que predicó con el amor y no con el odio. Y durante el juicio en su alegato de autodefensa La Historia Me Absolverá consideró a Martí como autor intelectual del asalto al cuartel Moncada.

El legado de las ideas de ambos luchadores por la independencia y frente a la injusticia y explotación del hombre por el hombre, conviven con la Revolución Cubana que triunfó en 1959 frente a una de las tiranías más abominables del continente, la de Fulgencio Batista. Y desde sus inicios el entonces naciente proceso liberador se erigió sobre la base del pensamiento martiano que tuvo como uno de sus discípulos más fieles al Comandante en Jefe.

Fidel no solo veía al Maestro como paradigma de los cubanos, sino también como símbolo para todos los pueblos de América en su lucha contra el colonialismo, y los desmanes de neocolonialistas y expoliadores de naciones.

Las prédicas de Martí estuvieron siempre presentes en las lecturas y reflexiones del líder revolucionario y desde su paso por la Universidad y luego como abogado complementó sus ideas políticas y patrióticas con la obra martiana, a la vez que lograba una importante formación marxista.

En el año del aniversario cien del natalicio del Apóstol, la denominada Generación del Centenario le rindió tributo con la histórica Marcha de las Antorchas el 28 de enero de 1953, y seis meses después con la gloriosa gesta del 26 de Julio, en Santiago de Cuba. Esta acción con propósitos emancipadores estuvo fundamentada en la continuidad del ideario martiano y enfrentamiento al Golpe de Estado encabezado por Batista que en 1952 había usurpado el poder.

La madurez del pensamiento de Fidel respecto a las enseñanzas martianas se manifiesta con claridad en los proyectos erigidos luego de la victoria revolucionaria. Las transformaciones socio-económicas, el rescate de los recursos y la soberanía nacional, así como la erradicación de las abismales desigualdes de clase, credo y raza fueron algunas de las medidas dictadaminadas como expresiones del legado martiano encaminadas a incentivar cultura, educación, y respeto a los derechos humanos potenciando mayor equidad y justicia social para los ciudadanos.

Los sueños de Martí de libertad y salvaguarda de la Patria expuestos en la plataforma programática del Partido Revolucionario Cubano que este fundó en 1892 para lograr la unidad, organización y guía de la Guerra Necesaria de 1895 frente a los colonialistas españoles, están vigentes en el liderazgo de Fidel y también en la creación de un único Partido, capaz de rectorar el desarrollo y la defensa del país, con la participación de organizaciones políticas y de masas, junto al pueblo.

En cada obra social erigida en la Isla está presente el pensamiento martiano, su profundo sentido de patriotismo, solidaridad, hospitalidad y amor al prójimo. Y la vida y accionar histórico de Fidel Castro reflejan la profundidad de conocimientos y realizaciones que este logró sobre el ideario de José Martí.

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