Durante las guerras independentistas del siglo XIX las mujeres tenían la tradición de adornar sus cabellos y trajes con la Mariposa Blanca, donde escondían mensajes para el Ejército Libertador.

Era común encontrar esta flor en jardines y patios, o en lugares silvestres con suelos húmedos. Ya era considerada símbolo de patriotismo y rebeldía, y a su vez representaba la delicadeza, gracia y esbeltez de las mujeres cubanas. Pero el 13 de octubre de 1936 tuvo una connotación especial, al declararla Flor Nacional de Cuba, hecho que ocurrió en el antiguo Jardín Botánico de La Habana, emplazado en la Quinta de los Molinos, desde 1839 hasta 1968.

Foto: Radio Rebelde

Meses atrás, El Jardín de la Paz, ubicado en la ciudad de La Plata, Argentina, había convocado a los países del continente a enviar su flor nacional. Pero la Isla no tenía una flor definida y, para seleccionarla, constituyeron una comisión con importantes personalidades de la ciencia y la cultura nacional, como Don Fernando Ortiz y el naturalista Juan Tomás Roig.

En un inicio propusieron cuatro flores: Galán de Noche, Lino de San Juan, Jacinto de Agua y la Mariposa Blanca. Pero al analizar sus características acordaron que esta última sería la elegida.

A pesar de no ser oriunda de Cuba, consideraron que aquí encontró el hábitat perfecto. Se tuvo en cuenta el significado de paz por su blancura, el diseño de sus pétalos, símbolo de la pureza inmaculada abierta a todos de manera permanente. El sentido de unidad de sus flores sujetas a un mismo tallo y la imagen de energía y alegría que deriva de la asociación con la mariposa, de la cual proviene su nombre.

La elegante planta es originaria de Asia. Pertenece a la familia de las Zingiberáceas (aplináceas), cuyo nombre científico es Hedichium coronarium, que significa fragante nieve. De su tallo firme y robusto, rodeado de largas hojas verdes, brotan las hermosas flores de impecable blancura y delicado aroma.

Celia Sánchez y Vilma Espín en 1958 Foto: Archivo de Granma

Vale destacar que dos de las más conocidas heroínas de la Revolución, Celia Sánchez y Vilma Espín, sentían tanto amor por nuestra Flor Nacional que existen fotos en la Sierra Maestra, donde ellas aparecen con Mariposas Blancas en sus cabellos.

Referencia

Enciclopedia cubana Ecured