Cada 14 de marzo se celebra el Día de la Prensa Cubana, en honor a la fundación del periódico Patria, ese día de 1892, por nuestro Héroe Nacional José Martí, el cual cambió la historia del periodismo cubano, cuyo origen se remonta a 1724, cuando entró en la Isla la primera imprenta.
Pero no fue hasta 1764 que surge La Gaceta, primer periódico editado en Cuba y luego El Pensador. Pasaron muchos años hasta que el 24 de octubre de 1790 surgió el Papel Periódico de la Havana, en el que aparecieron los primeros escritos públicos sobre los problemas de la ciudad, lo que despertó gran interés entre los habaneros.
Con la promulgación en España de la Constitución de 1812, en la que se reconoció la libertad del uso de la imprenta, aumentó el número de periódicos en la isla. Ese mismo año, tuvo lugar la primera junta general de periodistas en la que sus miembros juraron defender siempre la justicia, la verdad y combatir incesantemente la tiranía y el despotismo. Durante esta época existieron numerosos periódicos que respondían a diversos intereses, con temas científicos, literarios, sociales, entre otros y con diferentes posiciones políticas.
No fue hasta el surgimiento del periódico El Habanero, fundado por Félix Varela durante su destierro en Estados Unidos, que existió una publicación que promulgaba los ideales independentistas de los cubanos, el cual llegaba a la isla de forma clandestina. Solo se publicaron siete números durante dos años pero dejó una huella indeleble entre los luchadores cubanos.
Otro hecho de gran trascendencia ocurrió el 13 de septiembre de 1852, cuando el joven periodista reglano Eduardo Facciolo se convirtió en el primer mártir del periodismo cubano. Este había publicado desde el 13 de junio de ese año, el primer periódico subversivo editado en La Habana: La Voz del Pueblo Cubano. Mientras editaba el cuarto número fue apresado por las autoridades coloniales en la propia imprenta y poco después fue condenado a muerte.
Luego le sucedieron alrededor de 20 periódicos en la manigua como El Cubano Libre, fundado por Carlos Manuel de Céspedes en la ciudad de Bayamo el 17 de octubre de 1868, en el que se divulgaban importantes artículos, noticias de la guerra, disposiciones oficiales, entre otras secciones.
Este cesó en 1871, debido a que una patrulla enemiga destruyó sus instalaciones. Años más tarde, en 1895 el general Antonio Maceo lo hizo reaparecer y se publicó indistintamente hasta 1898. De este Maceo expresó: “…es un cuerpo de ejército compuesto por 12 columnas, que se bate, y se bate bien, diariamente, por la causa de Cuba…”
En medio de estas publicaciones que defendían los intereses de los cubanos y de otras reaccionarias que defendían los de la metrópoli española, surgió el periódico Patria, considerado la obra periodística más importante y relevante del siglo XIX.
Fundado por José Martí, su primer director, con el principal objetivo de contribuir a la organización de los cubanos y puertorriqueños en el extranjero, mantener la amistad que unía a las agrupaciones independentistas entre sí y a todos los hombres dispuestos a luchar por la emancipación de sus pueblos.
La nota principal en su primer número fue la reproducción de las Bases del Partido Revolucionario Cubano, el cual tenía el objetivo de alcanzar las independencias de Cuba y Puerto Rico. Casi un mes después, Martí proclamó formalmente la constitución del partido.
En la página frontal apareció un artículo de Martí titulado: Nuestras ideas, en el que manifestara que Patria nació “para juntar y amar, y para vivir en la pasión de verdad”, y expuso argumentos válidos sobre la importancia de alcanzar la independencia y la libertad mediante la guerra necesaria.
Luego de la muerte de Martí en Dos Ríos el 19 de mayo de 1895, apareció una nota en la tirada del 17 de junio que expresaba: “Al entrar en prensa el presente número recibimos la cruel certidumbre de que ya no existe el Apóstol ejemplar, el maestro querido, el abnegado José Martí. Patria, reverente y atribulada, dedicará todo su número próximo a glorificar al patriota, a enaltecer el inmortal”.
A partir de ese momento Enrique José Varona ocupó la dirección del periódico hasta el 23 de agosto de 1897. Al publicar su último número el 31 de diciembre de 1898, apareció una nota de despedida titulada: Obra terminada.
Sin embargo, la obra del periodismo cubano continúa porque aún quedan muchas palabras por decir y mucho periodismo por hacer, para juntar y amar, y vivir en la pasión de verdad, con una prensa mucho más crítica, que se parezca más a su gente y a su tiempo, en la búsqueda de esa sociedad soñada por todos.
Referencias
Juan Marrero. Dos siglos de periodismo en Cuba. 2003
Enciclopedia cubana Ecured