El Día del Instructor de Arte se celebra cada 18 de febrero para destacar la labor de este profesional de la cultura, encargado de desarrollar procesos de apreciación, creación y promoción del arte y la literatura en la población. La fecha fue escogida en homenaje al natalicio de la destacada Instructora de Teatro Olga Alonso González, quien nació ese día de 1945, en el habanero municipio de San Miguel del Padrón.

Las Casas de Cultura y los centros docentes de todos los tipos y niveles de enseñanza constituyen la esfera propia y natural de los instructores de arte, quienes ejercen una función artístico-pedagógica en la comunidad ya que estimula, promueve y desarrolla procesos participativos a partir de las manifestaciones artísticas y literarias en función de la educación de la ciudadanía.

Estos desarrollan su labor mediante talleres de acuerdo a su especialidad. Además, son los encargados de atender a los artistas y escritores aficionados. No sólo debe poseer un sólido nivel técnico artístico, sino además una marcada vocación por el trabajo social ya que debe ser capaz de incitar a la acción, impulsar, estimular y orientar intereses y aficiones, debe propiciar el diálogo entre las personas y contribuir al fortalecimiento de sus sentidos de pertenencia e identidad cultural local y nacional y, por ello, contribuir a su enriquecimiento espiritual y a la elevación de su calidad de vida.

Estimulan, promueven y educan el gusto estético de la población, forman públicos y, al hacerlo, no sólo estimulan y promueven su participación activa en los procesos culturales, sino que trabajan por la identificación, preservación y promoción del patrimonio cultural inmaterial y de la cultura popular y tradicional a partir del respeto a las identidades locales y a la diversidad de sus expresiones y procesos creativos.
Acerca de Olga Alonso González

Foto: fomentoenvivo.wordpress.com

Graduada en 1963 en la Escuela Nacional de Instructores de Arte, en la especialidad de Teatro. También tenía grandes condiciones como intérprete de danza moderna y gran pasión por la literatura.

Desde 1960, el líder histórico de la Revolución cubana Fidel Castro, había hecho un llamado para que los jóvenes se incorporaran a la tarea de enseñar el arte en las granjas y cooperativas de todo el país, así que ella consideró que era donde debía probar sus fuerzas e ir a enseñar y a la vez crecer como ser humano, junto a los hombres del campo.

Como parte de su trabajo, en Fomento, Villa Clara, creó grupos de aficionados integrados por niños y adultos. Además, realizó campañas de buen hablar entre los campesinos, propició la creación de los Consejos Populares de Cultura, se integró como maestra en las aulas de seguimiento, entre otras labores.
A pesar de trabajar distante de su familia y en condiciones difíciles, la multifacética joven se sentía feliz. Desde su llegada a la granja Mártires de Fomento, en la antigua provincia de Villa Clara, su fructífera y breve existencia se vinculó a la cultura, en especial a la enseñanza artística.

Lamentablemente, el día 4 de marzo de 1964, el vehículo en que viajaba para llegar hasta el lugar donde impartía clases a un grupo de campesinos sufrió desperfectos y se volcó; ella murió instantáneamente con solo 19 años.

La pasión que desbordaba a la hora de trasmitir el amor por el arte a los campesinos de la zona donde trabajaba y sus resultados, constituyen su mejor legado a las nuevas generaciones de instructores de arte que tienen por delante el reto de nuevas aspiraciones artísticas y culturales al servicio del país.

En una entrevista realizada a su mamá, Olga González, expresó: “Olguita desde chiquita siempre tuvo su vocación bien definida por el teatro. Me alegré cuando escogió la escuela de Instructores de arte, porque era lo que ella quería y cuando yo la veía haciendo con los muchachos las obritas, me decía a mí misma que quizás sería maestra, le gustaba mucho enseñar. No era una muchacha cualquiera. Rebosaba ganas de vivir: dinámica, imaginativa, pícara, muy sensible, alegre y, a la vez, con un carácter asombrosamente maduro para su edad”.


Referencia
Enciclopedia cubana Ecured