Uno de los precursores de la lucha contra la desigualdad y la injusticia social fue Carlos Benigno Baliño y López, quien nació el 13 de febrero de 1848 en Guanajay, perteneciente entonces a la Provincia de Pinar del Río. Vivió entre dos generaciones al fundar, junto a José Martí, el Partido Revolucionario Cubano en 1892 y junto a Julio Antonio Mella, el Partido Comunista de Cuba, en 1925. 

Cursó estudios de Teneduría y de Arquitectura, pero no los concluyó. Muy joven colaboró con artículos y poemas en El FénixEl Alacrán y La Crítica, todos de su pueblo natal.En 1868 ingresa en la Academia de Pintura de San Alejandro, pero debido al encarcelamiento de su padre, se ve obligado a abandonar sus estudios. 

Al no encontrar trabajo en La Habana, se traslada a Estados Unidos a finales de esa década. Vivió en Cayo Hueso,Tampa, Nueva York y Nueva Orleáns, donde trabajacomo obrero tabaquero y desarrolla una amplia e importante actividad revolucionaria. 

En Cayo Hueso fue redactor del periódico La Tribuna del Pueblo, desde el que ejercía una labor de propaganda por la libertad de Cuba y la clase obrera. En Tampa funda la logia Unión y Fraternidad. Allí conoció a José Martí y en 1892, en Cayo Hueso, suscribió las bases y el acta de constitución del Partido Revolucionario Cubano, fundado por Martí. 

Tras finalizar la guerra contra España en 1898 retorna a Cuba. En 1902 publica artículos en la prensa contra los abusos económicos. Por esa época continúa su actividad política, sobre todo en la organización del Partido Obrero, en 1904, transformado a instancias suyas en Partido Obrero Socialista y con sus trabajos en La Voz Obrera, órgano del partido, donde publica un artículo en apoyo a la revolución rusa. 

Al año siguiente firma el acta de constitución del Partido Socialista de Cuba, surgido al fundir el Partido Obrero Socialista y la Agrupación Socialista Internacional, creada también con su contribución. Fue miembro de la Agrupación Socialista de La Habana, cuya presidencia llegó a ocupar en 1910, en sustitución de Ramón Belmonte, después que fueron expulsados del país los obreros más destacados en la Huelga del Alcantarillado de La Habana. 

Por esa época colaboraen diversos medios de prensa como Justicia y Lucha de Clases, del que también fue director. A partir de 1919 contribuye a reorganizar los pequeños grupos socialistas en agrupaciones comunistas. 

En 1922 ocupa la dirección de Espartaco, el cargo de corrector de pruebas del Boletín del Torcedor y de la revista Juventud, dirigida por Mella, a quien había conocido ese mismo año en la imprenta en que se editaban ambas publicaciones. Junto a este y otros militantes funda el Partido Comunista de Cuba en 1925. 

Fallece el 18 de junio de 1926 en La Habana. El Periódico El boletín del cigarrero dejó como epitafio para su tumba un artículo titulado La caída del roble

Referencia

Enciclopedia cubana Ecured