La reconstrucción de la Línea Central de Ferrocarriles de Cuba constituyó una de las obras de mayor envergadura en la década del 70 del pasado siglo. El acto por la ejecución del primer tramo se celebró hace 45 años, el 29 de enero de 1975, ocasión en la que el Comandante Fidel Castro operó la locomotora soviética M62-K, y desde entonces se instituyó esta fecha como el Día del Trabajador Ferroviario.
Pero la historia de los ferrocarriles en Cuba se remonta a casi dos siglos atrás, ya que la Isla fue el primer país Latinoamericano en introducir el ferrocarril y el séptimo del mundo, promovido por el habanero Claudio Martínez de Pinillo, Conde de Villanueva. El primer tramo desde La Habana hasta Bejucal, de 27.3 Km, lo concluyeron e inauguraron el 19 de noviembre de 1837.
Ese mismo año llegaron al país las primeras ocho locomotoras inglesas y los carriles necesarios para su uso. Poco tiempo después fueron sustituidas por otras norteamericanas. Primero transportaron pasajeros, al año siguiente carga, luego correo y en 1840, la prensa.
Durante este proceso surgieron dos tipos de ferrocarriles: el público y el azucarero. El primero se dedicaba de manera general a la transportación de mercancías y pasajeros, y el segundo, como ferrocarril industrial, dentro del proceso tecnológico de producción de azúcar.
Las líneas ferroviarias en occidente crecieron, extendiéndose hasta la región central, y más lentamente hacia la región oriental, la cual tuvo un desarrollo escaso de este medio de transporte antes de 1898.
Cuando la primera Intervención Norteamericana en Cuba, existía una escasa y desarticulada red de ferrocarriles en esa parte de la isla. Dicen que William van Horne fue el principal promotor de la que sería la obra más notable en el desarrollo del ferrocarril cubano en el siglo XX: el llamado Ferrocarril de Cuba que unió a Santa Clara con Santiago de Cuba con un trazado de 573 km.
La obra fue ejecutada en tiempo récord entre 1898 y 1902 con capital estadounidense, bajo el gobierno interventor, avanzando en cuatro frentes, desde Santa Clara en el oeste y San Luis en el este y en dos puntos intermedios: Camagüey y Ciego de Ávila. Quedó inaugurado oficialmente el 22 de noviembre de 1902 por el Presidente Tomás Estrada Palma.
El Ferrocarril de Cuba, que tenía sus oficinas centrales y talleres en la ciudad de Camagüey, fue completado con varios ramales y articuló en una sola red las vías locales existentes en la región oriental, alcanzando en 1911 una longitud de 935 km. El Ferrocarril de Guantánamo se extendió hacia el oeste hasta unirse con la línea central, en 1907, también en San Luis, que se convertiría así en el nodo principal en Oriente.
En La Habana se instalaron los ferrocarriles eléctricos suburbanos de Regla-Guanabacoa en 1900, La Habana-Guanajay, paralelo a la calzada del oeste y de La Habana-Güines, a través del Cotorro y San José de las Lajas.
Crearon la llamada Línea Sur de los Ferrocarriles Unidos de La Habana, formada por la línea original La Habana-Güines-Unión de Reyes. El 30 de noviembre de 1912 se inauguró el edificio monumental de la nueva Estación Central de Ferrocarriles de La Habana en los terrenos del antiguo Real Arsenal de La Habana, junto al puerto, obra del arquitecto norteamericano Kenneth McKenzie Murchison.
Después del Triunfo de la Revolución
Al triunfar la Revolución se nacionalizaron los ferrocarriles. El 30 de junio de 1961 surge la Empresa Consolidada de Ferrocarriles Nacionales. Entre 1964 y 1965 se importaron 80 locomotoras de la antigua Unión Soviética, Francia e Inglaterra. Desde 1975 hasta 1978 se adquieren 320 coches y coches-motores argentinos Fiat-Materfer para los trenes nacionales de larga distancia.
Una vez establecido el sistema socialista, la economía cubana se integra fundamentalmente con la Unión Soviética y el Bloque del Este Europeo, en el Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME). Esto contribuyó a la remodelación de la red bajo asesoría soviética. En 1972 se elabora el Nuevo Programa de Desarrollo Ferroviario en Cuba.
La reconstrucción de la Línea central incluyó 1 291 kilómetros de vía, 1888 kilómetros de explanaciones; 229 puentes, y 909 obras de fábrica y de todas las estaciones de pasajeros y edificios técnicos, entre La Habana y Santiago de Cuba.
El 29 de enero de 1975 se efectuó el acto por la conclusión del primer tramo de la Línea central de 25 kilómetros de Oliver a Calabaza, en Placetas, antigua provincia de Las Villas. El Comandante Antonio Enrique Lusson, entonces Ministro de Transporte, encabezó este reto a fin de recuperar el ferrocarril y llevarlo a los niveles necesarios para enfrentar las transportaciones de carga y de pasajeros.
El 30 de diciembre de 1977 Fidel inauguró la vía férrea rápida entre Santa Clara y Ciudad de La Habana. En 1984 quedó concluida la reconstrucción de la Línea central y el 19 de noviembre de 2002, quedó inaugurado el Museo del Ferrocarril de Cuba.
La locomotora Junta de Fomento es la máquina más antigua conservada en el país. Fue declarada Monumento Nacional en 2002. Funcionó por primera vez el 16 de agosto de 1843 en Matanzas. Constituye un símbolo del inicio del ferrocarril y conserva más del 70 por ciento de sus piezas originales.
En la actualidad
El llamado periodo especial que afectó a la Isla en la década del 90, también incidió negativamente en el transporte ferroviario. No obstante, el Estado se ha propuesto recuperar este sector por lo que desde el 2000 se realizan diversas acciones para cumplir este objetivo.
Se han adquiridos locomotoras y vagones de diversos países. Se llegó a un acuerdo financiero con Venezuela para la restauración de la infraestructura ferroviaria. China se ha convertido en el principal proveedor de equipamiento ferroviario de la isla.
Se han restaurado diversos coches de pasajeros del país; se renovó el ferrocarril de Hershey. Otra obra importante fue la culminación en julio de 2014 el ferrocarril de La Habana hasta el moderno puerto en la zona de desarrollo del Mariel. El trayecto completo, 55 km de vía principal, más 16 km del ramal Artemisa, es de doble vía.
La nueva vía se emplea tanto para transporte de carga como de pasajeros y permitió incorporar el puerto de Mariel a la red ferroviaria nacional, el único de los 6 puertos de primer nivel del país que no había sido conectado anteriormente.
A finales de 2017 se aprobó un proyecto que incluye la modernización de la línea central entre La Habana y Santiago de Cuba, la vía entre las ciudades centrales Santa Clara y Cienfuegos, y el nudo ferroviario que da acceso a la capital.
Como parte del Programa de Recuperación y Desarrollo del sistema ferroviario cubano, el pasado año se adquirieron 80 coches de la República Popular China, 13 de ellos comenzaron a funcionar el 13 de julio, en el recorrido del tren Habana-Santiago de Cuba con gran acogida por la población, y luego se extendió el servicio en otras rutas hacia otras provincias.
Estos coches constituyeron los primeros de un lote de 240 que llegarán a La Habana a razón de 80 anuales desde 2019 hasta 2021. Cada vagón tiene 72 asientos, lo que dará espacio para 720 pasajeros en una formación ferroviaria de unos 325 metros de largo.
El programa de desarrollo también ha incluido un amplio proceso de modernización del sistema de comunicaciones, la reparación de las estaciones, la rehabilitación de la red de talleres y la recuperación de las vías férreas. Todo esto ha implicado un aumento significativo de la calidad del servicio ferroviario, con mayor confort, disminución de los tiempos de viaje y el restablecimiento de salidas que estaban canceladas.
Referencias
Enciclopedia cubana Ecured (https://www.ecured.cu/Ferrocarriles_en_Cuba)
Sitio web Cayo Hueso. Un día muy feliz. Alfredo Suárez Quintela (https://cyohueso.wordpress.com/2013/01/26/29-de-enero-dia-del-trabajador-ferroviario-cuba/)

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